San Cristóbal, Por Julio César García. – La radio, con su magia íntima y cercana, se convirtió una vez más en escenario para el diálogo cultural. En el programa Entre Libros, Cultura y Tú, transmitido por MagisFM, se encontraron dos voces que encarnan el pasado, el presente y el futuro de la dominicanidad: el sociólogo, investigador y defensor incansable de las tradiciones, Roldán Mármol, y la cantante folclórica Vicky Guillén, heredera de una estirpe musical que ha sabido transformar en fuerza y orgullo personal.
Portadores
de tradiciones: voces que merecen apoyo
Durante
la conversación, Mármol recordó que la cultura vive gracias a quienes la portan
día a día, no en museos ni vitrinas, sino en las manos y en la memoria de la
gente común. Por eso celebró la creación de la Asociación de Portadores y Portadoras
de Tradiciones de San Cristóbal, un hito que coloca a la provincia como pionera
en reconocer oficialmente a quienes mantienen encendidas las raíces de nuestra
identidad.
“Queremos
que los portadores tengan voz, que se organicen y puedan dialogar con las
autoridades”, afirmó con firmeza. Su llamado no fue técnico, sino profundamente
humano: el de devolver dignidad y presencia a tocadores, artesanos, cantadores
y cocineras populares, muchas veces olvidados en los márgenes.
San
Cristóbal, un tesoro cultural
Al
hablar de San Cristóbal, los ojos de Mármol se encendieron. Con pasión enumeró
los tesoros de la provincia: las cuevas de Pomier, testimonio vivo de nuestros
pueblos originarios; los restos de los ingenios coloniales, donde floreció la
resistencia cimarrona; y las múltiples agrupaciones que aún sostienen las
salves, los atabales y las cofradías.
“San
Cristóbal debe convertirse en un gran destino turístico-cultural, pero la
iniciativa debe nacer de la gente”, insistió. Para él, no basta con esperar
políticas desde arriba: el verdadero motor está en la organización comunitaria
y en la unión de comunicadores, investigadores y gestores culturales locales.
Una
mujer entre atabales
El
diálogo se volvió aún más íntimo cuando la cantante Vicky Guillén compartió su
experiencia personal. Desde pequeña, en Sainaguá, escuchó a su tía entonar
salves y cantar al ritmo de los palos. Ese contacto temprano con la música
popular no solo marcó su camino artístico, sino que le dio una certeza vital:
la cultura no es adorno, es identidad.
Con
voz firme, relató lo que significa ser mujer en un terreno que tradicionalmente
ha sido dominado por hombres. “Amar la cultura también es tener identidad. No
se trata de quedarse atrás, sino de crecer y adaptarse a los nuevos tiempos”,
expresó. En sus palabras se mezclaban la memoria de la niña que aprendió a
cantar y la mujer que hoy defiende el derecho de su generación a transformar,
sin perder la raíz.
Retos
y logros
El
encuentro también permitió mirar hacia adelante. Mármol celebró un logro
importante: la gestión de pensiones estatales para portadores de tradiciones,
un reconocimiento a hombres y mujeres de edad avanzada que, después de dedicar
su vida a la cultura, merecen vivir con dignidad.
Pero los desafíos no son menores. Se necesita:
Fortalecer
la organización comunitaria, para que los portadores puedan negociar de tú a tú
con las autoridades.
Involucrar
a las nuevas generaciones, garantizando la continuidad de los saberes y la
adaptación a los nuevos tiempos.
Integrar
la cultura a la economía naranja y al turismo local, no solo como símbolo
identitario, sino también como motor económico para las comunidades.
El
programa cerró con una sensación clara: la cultura no es un lujo ni un recuerdo
estático. Es un presente vivo, que se baila, se canta, se come y se reza. Es
también un futuro posible, si se apuesta por ella con decisión.
En esa
noche de radio, entre libros y canciones, quedó claro que nombres como los de
Roldán Mármol y Vicky Guillén son testimonio de que la tradición dominicana
sigue latiendo, fuerte y diversa, como el eco de un atabal que nunca deja de
sonar.



1 Comentarios
Y que me dicen de las arenas grises de Palenque...?
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