San Cristóbal, Por Julio César García. – La expresión literaria tiene diversas manifestaciones, dominar de buena manera alguna de estas convierte a quien lo logra en un experto. Contar historias, crear mundos fantásticos desde la imaginación, redactar con exactitud y equilibrio, dar belleza a un texto como quien sobre un lienzo traza señales coloridas que enternecen o ponen a volar la imaginación es lo que anima a muchos productores literarios a realizar sus creaciones.
Del
abanico de oportunidades que ofrece la literatura, Gustavo Franco ha decidido
abordar dos, una es la poesía y la otra la narrativa literaria, en ambos casos
y con igual precisión ha logrado crear arte literario y lo ha plasmado en tres
trabajos que ha venido a presentar al salón de actos de la gobernación
provincial en San Cristóbal. Dos de estos trabajos son poemarios: Después de la
Sombra, el Río y Un Día sin Horas; el tercero es el libro de relatos La Otra
Cara de la Imaginación.
Este sábado el salón de actos de la gobernación provincial sirvió de escenario para un histórico reencuentro de Gustavo Franco con sus amigos de infancia, compañeros de estudios y personas ligadas al arte y la cultura local, también fue el espacio en el que Gustavo puso en circulación en “su pueblo” la trilogía literaria antes mencionada.
Gustavo
Franco fue acompañado en la mesa de honor por Julio César Gϋigni y Fidel Munnigh.
Julio César Guigni leyó la semblanza biográfica del escritor, mientras Fidel
Munnigh aportó las vivencias comunes con Gustavo y puso en valor las obras que
este ha escrito. Leonardo Díaz García fungió como maestro de ceremonia.
Fidel
Munnigh valora las obras de Gustavo Franco como obras que van desde lo racional
hasta lo imaginativo, con relatos que se acercan a la filosofía breve, “en sus
obras hay mucho de romanticismo y mucho de vivencial, no busca palabras bonitas
que caen bien, hace lo que hace el buen poeta y narrador: plasmar el amor, la
sociedad, los valores, le canta a su madre, le canta a su ciudad, con logros estilísticos
importantes”.
El narrador se despierta a partir de algún hecho cotidiano o una fantasía, la escritura como un acto íntimo expresa con palabras eso que vive en el interior de quien narra. En el caso de Gustavo Franco ese encuentro se ve reflejado en sus escritos tanto poéticos como narrativos.
“Tengo
para decirles que la poesía no es inofensiva, la poesía les puede dejar huellas
en el alma, en el corazón y en la mente, hay que tratarla con cuidado”, explicó
Gustavo Franco al momento de dar gracias a los presentes por acudir a brindar
su apoyo a esta significativa actividad.
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