San Cristóbal, Por Julio César García. - En una declaración que marca el inicio de una nueva etapa en su carrera política, la vicepresidenta de la República Dominicana, Raquel Peña, expresó públicamente sus aspiraciones para convertirse en la candidata presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en las elecciones de 2028. Su mensaje, enfocado en empleo, innovación y competitividad, perfila una visión clara y ambiciosa para el futuro del país.
“Mirando
hacia el 2028, aspiramos a que ese capital humano se inserte en 200,000 nuevos
empleos, en áreas como la inteligencia artificial, los servicios digitales y la
innovación tecnológica. Así construimos un país más competitivo, más justo y
preparado para el futuro”, afirmó Peña, en un discurso que resonó con fuerza en
sectores empresariales, tecnológicos y sociales.
De
vicepresidenta a líder presidencial
Raquel
Peña, quien ha sido reconocida por su gestión al frente del Gabinete de Salud
durante la pandemia y su compromiso con la transparencia y la eficiencia
gubernamental, comienza así a construir su perfil como potencial sucesora del
presidente Luis Abinader. Su enfoque no solo subraya continuidad dentro del
PRM, sino una apuesta por modernizar la economía dominicana desde la base: el
talento humano.
Tecnología
y empleos del futuro
El
anuncio de la meta de 200,000 nuevos empleos en sectores estratégicos no es
casual. La vicepresidenta propone orientar el desarrollo nacional hacia
industrias emergentes, posicionando a la República Dominicana como un hub de
servicios digitales en el Caribe y América Latina.
“Estamos
hablando de preparar a nuestros jóvenes y trabajadores actuales para empleos
que no solo mejoren sus condiciones de vida, sino que posicionen al país en el
mapa global de la innovación”, explicó una fuente cercana al equipo de Peña.
Capital
humano como eje del desarrollo
Para lograr su ambicioso objetivo, Peña ha insistido en la necesidad de fortalecer alianzas público-privadas, reformar el sistema educativo en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y fomentar la inversión en centros de formación tecnológica. El mensaje es claro: sin un capital humano capacitado, el desarrollo económico no será sostenible.
Reacciones
y desafíos
El
anuncio ha generado reacciones positivas en diversos sectores. El sector
privado ha visto en Peña una aliada para facilitar la transición hacia una
economía digital, mientras que jóvenes emprendedores ven con optimismo un plan
que los incluye como protagonistas del futuro.
¿La
próxima presidenta?
Con
esta declaración, Raquel Peña no solo pone sobre la mesa su nombre como
precandidata presidencial, sino también una hoja de ruta que redefine el futuro
inmediato del país. Si logra transformar sus palabras en políticas concretas, y
su visión en una coalición amplia de apoyo, la República Dominicana podría
estar frente a una figura histórica: la primera mujer electa presidenta de la
nación.
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