Por Manuel Sosa.- El caso de la boxeadora olímpica argelina, Imaine Khelif, denostada hasta más no poder por los que usan las redes sociales para solo tirar odio, trajo a mi destartalada, desvencijada y descarcajada memoria, el caso de una atleta dominicana que se destacó en pista y campo por allá a finales de la década de los 60 y principios de los 70.
Se llamaba Zeneida Trinidad de
la Cruz, a quien, por su aspecto físico, la denostaron, la insultaron, la
irrespetaron no solo los intolerantes de siempre sino también las mismas
autoridades deportivas.
Sospechas de un caso de
Hermafrodismo, llevaron a las federaciones nacionales e internacionales de
atletismo a negarle su participación en cualquier competencia.
Zeneida, nacida en Sabana de
la Mar y a quien tuve el honor de conocer personalmente, fue la atleta más
completa del atletismo nacional de aquellos años. Velocista, saltadora,
lanzadora y fondista., era récord nacional en cualquier evento que
participara.
Siendo una de las atletas más
destacadas de su época, su desarrollo deportivo se vio truncado por el atraso
mental de los dirigentes de entonces.
Estableció récords en 100,
200, 400, 800 y 1500 metros, en competencias nacionales, razones suficientes
para que el comité Olímpico Dominicano, llevara su caso hasta las últimas
consecuencias, pero prefirieron sumarse a las suspensiones internacionales,
obligando a Zeneida a desistir de continuar con sus esfuerzos de convertirse en
una figura del atletismo mundial.
La injusticia que cometió con
la velocista Zeneida Trinidad de la Cruz, la propia Federación Dominicana de
Atletismo, durante la celebración de los XII Juegos Centroamericanos y del
Caribe, a la que no defendieron en lo más mínimo de las acusaciones que le
formularon por lo menos tres delegaciones, argumentando que la dominicana tenía
más rasgos masculinos que femeninos, y que por lo tanto no podía competir de
igual a igual, dio mucho que decir en el ambiente deportivo dominicano de la
época.
Trinidad de la Cruz, “ahogada”
por las acusaciones, decidió no competir y retirarse del atletismo, a pesar de
tener en su poder la mayoría de los récords nacionales.
Zeneida desapareció del
ambiente deportivo dominicano, no se supo más de ella, aunque, según reportes,
se casó y tuvo dos hijos. Cuando
falleció tampoco se le hizo un homenaje póstumo.
Zeneida no tuvo quien abogara
por ella y hoy en día ni siquiera su nombre es mencionado entre las grandes
atletas dominicanas.
Todavía es tiempo de que la
Federación de Atletismo haga un alto y como acto de justicia rectifique su
expulsión y le reponga todas sus marcas nacionales.
Pienso que con Zeneida
Trinidad de la Cruz, el deporte dominicano, especialmente el atletismo, tiene
una deuda acumulada.
Nota: algunos datos de este
escrito, fueron tomados de la página web Página Abierta y del periódico El Día.
3 Comentarios
Alvarito Arvelo siempre la tuvo presente y la enaltecía es un delito no tener los atributos de belleza, no sabía que hubiese fallecido, estaba entre las ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO. Trabajó por décadas en la UASD muy talentosa, diría que sobresaliente, su voz dulce, hermosa nunca se aprovecho porque no era bonita... que barbaridad...trabajabamos bien cerquita y me encantaba conversar con esa ESTRELLA ZENEYDA DE LA CRUZ...
ResponderEliminarMi querida Rosina, la discriminación y la ignorancia van de la mano, en la vida y sus múltiples actividades
EliminarEso fue una Gran Discriminación , porque los que la vimos en los duros entrenamientos en una Pista improvisada en el campus deportivo del LICEO JUAN PABLO DUARTE también vimos a su compañera Marisela Peralta que tenía un físico parecido , pero su cara era más Femenina , esa era la única diferencia
ResponderEliminarPero el dirigente y entrenador DANILO creo que era su nombre si más no recuerdo se parcializo
En ese grupo había buenos atletas que aportó el Círculo Deportivo Militar , quienes destacaron en sus respectivos departamentos