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Manipulación Social: Estrategias Ocultas de las Élites y Corporaciones


San Cristóbal, Por Julio César García. –
Llegar a comprender las actitudes humanas frente a ciertos acontecimientos es, y será siempre, una tarea muy difícil. Detectar las diversas formas de manipulación que ejercen sobre nuestras formas de pensar y actuar entidades cercanas o lejanas es una tarea que requiere de muchos esfuerzos.

La sociedad en la que vivimos hace cada día mayores esfuerzos por mantenernos atados a pensamientos y acciones que no puedan contradecir lo que, desde una élite, se establece como verdad y que se diseña para adiestrarnos y manejarnos al antojo de unos cuantos.

Mostrarse consciente y enterado de que ciertas acciones son formas de manipulación, estrategias diseñadas para obtener beneficios a costa de hacernos creer que nos están regalando o ayudando con algún tipo de actividad, es nadar a contracorriente.

En estos tiempos, las estrategias desplegadas alrededor de ciertas marcas y entidades pueden llegar a confundirnos y hacernos creer que son buenos samaritanos, que es gente de buen corazón que se esmera por ayudarnos. Pero no, no es así; por lo regular, lo que hacen es manipularnos.

Veamos un ejemplo: el banco BHD tiene años violando la ley en el municipio de San Cristóbal, utilizando para su beneficio comercial el espacio público en la calle María Trinidad Sánchez frente a su sucursal. Ellos se han adueñado de aceras y contenes para usarlos como estacionamiento para sus clientes, tirando a la calle a los ciudadanos.

Esta violación de la ley la solapan con aportes de diversas índoles en el municipio, haciendo creer que estos aportes son parte de alguna política social cuando, en realidad, lo que hacen es entregar a estas entidades recursos que reportan al fisco para luego pedir que se les reduzcan de sus pagos de impuestos.

Hacen el negocio redondo: ganan posicionamiento en el mercado local, se muestran como los grandes filántropos, mientras en realidad solo transfieren los pagos de los impuestos hacia otras actividades, por lo que al final de la jornada terminan siendo bien vistos por la sociedad en general, mientras siguen violando la ley.

Estas manipulaciones, y otras tantas, no son nuevas. Si revisamos la historia, muchas compañías crearon bonos para sus empleados a principios de los años noventa. Los empleados entendían que era un desprendimiento de esas empresas cuando, en realidad, lo que hacían era traspasar como contribuciones de bien social parte del dinero que debían pagar como impuestos por sus operaciones y ganancias.

En momentos en que la información y la comunicación son recursos de gran valor, debemos estar preparados para evitar ser manipulados y llevados como rebaño al matadero. Investiguemos, preguntemos y no creamos absolutamente en nada que no sea demostrable con hechos. Solo así podemos aspirar a ser una verdadera sociedad.

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