San Cristóbal, Por Leonardo Cabrera Diaz 30/04/2024.- Compraba un poco de chuletas y otras cosas en el colmado, observé, en el mostrador un ñame que por su tamaño llamó mucho mi atención…
Para ser sincero, nunca había visto un tubérculo con un tamaño
así……y pensar, que a mi edad, ciertamente, no sólo lo he visto muchos, sino,
que he comido bastante…tanto, que me
atrevería asegurar, que yo soy loco con el ñame, sin importar la hora..ya sea
en la mañana, como desayuno, al mediodía para almorzar, o en la tarde, como merienda…en la noche para cenar, y si
despierto con hambre de madrugada y hay algo de
ñame disponible, le entro a dos manos, sin hacer el menor ruido, tal si
fuera mudo.
Es que hago mucha bulla al
masticar, porque saboreo demasiado
cuando como.
Y ya volviendo al colmado, uno
de los clientes, que no bien había entrado,
sorprendido al igual que yo,
desde la puerta, exclamó: ¡ofrezcome, pero que ñame!. ¡Ese ni comiendo se
acaba!. “Con ese ñame, un cartón de huevos y aceite, se pue durá un me trancao con su mujer, comiendo sin salí
a la calle” .
Una señora, con el carácter
aparentemente circunspecto, y medio rescatá sorprendió a todos lo allí
presentes cuando, dijo: ¡Válgame Dios!, ¡oh pero usted, lo que es un abusador, que va a tené a
su mujé un me, a ñame y huevo na má!
¿Y quién aguanta eso, esa
tiene que ta’ bien enamorá?
Y salió del colmado sonrojada
y molesta, que hasta lo que compraba dejó,
“No, mi doña, vociferó, el señor, en mi casa, tengo una tinaja con agua
fresca, por si acaso mi mujé se añuga.
“La señora, volteó y con cara de pocos amigos, dijo, “sinvergüenza carajo” y
siguió rauda su camino.
Entonces, todos los clientes
del colmado, estallaron en risas y
carcajadas hasta más no poder…
Menos yo, porque no entendí
el alboroto, porque alguien quiera tener a su mujer a ñame y huevos todo un mes.
Ojalá, y ustedes lo entiendan, pa’ que me expliquen.
Ese es el mundo y su cruce, Tan
raro y extraño
Que ni mundo parece. Pero, al
fin y al cabo el mundo es.
Con Dios siempre.
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