San Cristóbal. – las huellas de la violencia vivida en una relación de parejas no se muestran siempre en el cuerpo, muchas veces se encuentran frescas en los recuerdos de quienes la han padecido, otras veces se quedan en el alma de esas mujeres que han vivido un infierno en las intimidades de sus hogares.
Sanar
estas heridas, poder salir de estos infiernos conyugales no es fácil y no
siempre se puede lograr sin embargo ha surgido una oportunidad que aún es poquísimo,”
pero algo es algo como escribió el poeta”, ha surgido en este oscuro mal de
violencia la fundación Rescatando Mariposas.
Este
espacio de reflexión, integración y acogida es una puerta de escape para
aquellas que están presas en este infierno violento que ha creado una sociedad cuyos
sustentos se han forjado a base de creernos unos superiores a otros.
“Lo
que pasa dentro de muchas casas luego que se cierran las puertas son muchas
veces hechos que no encuentran palabras exactas para poder narrarlos, esas
miradas, esas palabras, esas violencias que no trascienden del interior de las
casas por temores a tantas cosas, dañan y dañan a futuro”.
Las mujeres
violentadas no siempre se dan cuenta a tiempo de los que se les puede venir
encima al corto plazo, en la mayoría de casos solamente se dan cuenta cuando ya
han sido físicamente agredidas, saber identificar a tiempo que quien se acerca
a ti es violento no es un ejercicio fácil, pero se puede aprender y esta fundación
puede ayudar a descubrirlo.
Cada
lunes a las seis de la tarde en el parque Eugenio Marcano (antiguo Radames),
Sonia Perozo quien preside Rescatando Mariposas tiene un interesante encuentro
para conversar con mujeres que han sido o son víctimas de violencia o que
quieren sencillamente aprender para no caer en relaciones violentas y hombres
que quieren escuchar para ayudar a cambiar este problema que tanto daño ha
hecho a nuestra sociedad.
Porque ser hombre significa también saber cuándo
poner un alto antes de dañar, vamos
a poner nuestros esfuerzos en colectivo como hombres para que no caiga una mas.
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