El trastorno del espectro autista se caracteriza por una alteración en el desarrollo cerebral que provoca diferencias en la comunicación social, así como conductas repetitivas y estereotipadas.
Para
aquellos que viven con la condición, los cambios sensoriales, como una
incomodidad extrema con ciertos ruidos o texturas, y un repertorio específico
de intereses, también llamado hiperenfoque, suelen ser comunes.
"Las
personas con autismo tienen una forma diferente de percibir el mundo. Esto hace
que dirijan su atención a otros elementos del entorno que no son necesariamente
estímulos sociales. En un ambiente concurrido, por ejemplo, es posible que el
ruido de un instrumento o el motor de un coche en la calle les llame más la
atención que las voces de las personas", explica la psiquiatra Mirian
Revers Biasão, profesora de la Escuela Internacional de Desarrollo (EID) en
Brasil.
Es
por esta razón que las personas con autismo actúan y aprenden de forma
diferente a lo socialmente esperado.
"Yo,
por ejemplo, aprendí a comportarme en un determinado ambiente porque observé y
alguien, como mi mamá, me enseñó. Lo que pasa con las personas con autismo es
que pueden aprender a interpretar las acciones de otras personas y entender lo
que se espera de ellos, pero no sucede tan naturalmente", dice.
Es
este proceso de tratar de imitar comportamientos considerados socialmente
aceptados en grupos como de amigos en la escuela, en el trabajo e incluso en
las relaciones familiares, lo que se conoce como "camuflaje social" o
"enmascaramiento".
"Como
no es tan natural para las personas neuroatípicas, esas actitudes acaban
gastando más energía cerebral y la persona puede agotarse, tanto física como
emocionalmente", explica la experta.
El daño del camuflaje social
en las personas con autismo
Diversos
estudios demuestran que el esfuerzo de camuflaje social que realizan las
personas con autismo se relaciona a mayores índices de depresión, ansiedad y
agotamiento.
Uno
de ellos, publicado en 2017 en la revista científica Autism, plantea la
hipótesis de que los hombres sufren más estos efectos, ya que las mujeres, por
lo general, tienen menos dificultad para realizar el camuflaje.
"Las
crisis por sobrecarga sensorial también puede contribuir a estas condiciones,
por eso es tan importante el diagnóstico. Una vez que sabemos que alguien tiene
autismo, podemos empezar a trabajar los límites con ese paciente. En lugar de
estar cuatro horas en una fiesta, por ejemplo, para esa persona puede ser más
cómodo quedarse apenas dos horas", dice Biasão.
El camuflaje social es más
común en niñas y mujeres
Una
de las teorías aceptadas por la ciencia es la diferencia entre el cerebro de
hombres y mujeres.
Algunos
estudios, como un análisis publicado en la revista Neuroscience and
Biobehavioral Review, muestran que el cerebro femenino está sutilmente más
desarrollado en áreas que corresponden a comportamientos sociales.
Esto
hace que las acciones más estereotipadas, como las representadas en series con
protagonistas con autismo, como "El buen doctor" y
"Atípico", no sean tan frecuentes en mujeres con el espectro,
especialmente si tienen un grado leve.
"Esto
dificulta incluso que las niñas sean diagnosticadas", destaca Joana
Portolese, coordinadora del Programa de Trastornos del Espectro Autista del IPq
(Instituto de Psiquiatría) del Hospital das Clínicas de São Paulo.
Según
un estudio realizado en Suecia, la estimación asciende a 10 niños
diagnosticados por cada niña.
Otro
tema, explica Portolese, es que el miedo a cometer "errores sociales"
es mayor y el hiperfoco de las chicas tiende a centrarse en intereses que no son
tan diferentes a los que presentan sus compañeros de la misma edad.
Además,
la propia sociedad ya determina muchas reglas para las niñas, y esta exigencia
hace que empiecen a camuflarse antes.
Si
el diagnóstico no llega en la infancia, es posible que las mujeres
"disfracen" mejor los signos del autismo, retrasando el diagnóstico
durante años.
"Una
vez escuché a Temple Grandin, una psicóloga con autismo, decir que la idea de
tener autismo es que gradualmente te vuelves cada vez menos una persona con la
condición, porque sigues aprendiendo cómo comportarte. Ella dice que es como
actuar en una obra de teatro".
https://www.bbc.com/mundo/noticias-60964592
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