Sicarios de las palabras, asesinos en serie del castellano, amigos de las primicias y desenfrenados caballos de Troya de la ignorancia, sin el más mÃnimo sentido de la responsabilidad que debe asumir quien comunica, solo buscan el brillo efÃmero de los focos de neón y los flashes de las cámaras sobre sus retinas oculares.
Oh! maldito loco que en lugar de la luna solo ves el dedo que la señala y no entiendes el valor intrÃnseco de una buena redacción, en lugar de manos para escribir, tienes garfios para herir el lenguaje, espero que en tu sepultura si no Dios el diablo te pida cuentas por tus escrituras.
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