San Cristóbal, Por Julio César García. - En el fútbol, hay veces en que el marcador final no refleja lo que realmente ocurrió sobre el césped. Así fue el caso del debut de la República Dominicana en su primera Copa Oro. Aunque el resultado favoreció a México, el relato de la historia tiene un protagonista inesperado: el conjunto dominicano. Lo dice Fernando Palomo, voz autorizada y relator estrella de ESPN, quien no escatimó elogios al analizar la actuación del equipo dirigido por Marcelo Neveleff.
"Un
partido que nos deja hablando primero del perdedor, porque creo que sale
ganando y muchísimo", escribió Palomo en su perfil de Facebook. Y con
razón.
Un
debut histórico con identidad
Sin
contar con figuras como Mariano Díaz ni Junior Firpo —este último ausente por
lesión—, el conjunto quisqueyano llegaba a su debut en el torneo con más dudas
que certezas. En el papel, se esperaba una presentación conservadora, casi
resignada ante la potencia mexicana. Pero lo que mostró el once de Neveleff en
la cancha rompió con todos los esquemas preconcebidos.
"Por
fortuna el papel no juega", afirmó Palomo. Y eso se notó desde el pitazo
inicial: orden táctico, valentía, sacrificio colectivo y un despliegue físico
impecable. En vez de replegarse, República Dominicana salió a jugarle a México
de igual a igual. Durante 40 minutos, mantuvieron el cero y disputaron el
control del partido con una madurez inesperada para un equipo debutante en
estas instancias.
Peter
Federico, símbolo de un equipo completo
Entre los nombres propios, uno brilló con luz propia: Peter Federico González. El futbolista del Real Madrid Castilla fue el corazón de una escuadra dominicana que entendió a la perfección su libreto. "Jugó de medio extremo, de medio centro, de mediocampista central más defensivo…", relató Palomo, destacando la versatilidad y entrega del jugador. “El mejor equipo en colectivo ayer fue República Dominicana”, sentenció.
No es
común que un analista de la talla de Palomo se detenga tanto en un equipo que
no gana. Pero es que lo hecho por los caribeños trasciende el resultado. En su
primera presentación en una Copa Oro, República Dominicana no solo compitió:
convenció. Dejó en claro que no vino a participar, sino a construir una
identidad futbolística y a hacerse respetar.
Una derrota que sabe a triunfo
A
veces, el fútbol premia con más que puntos. Premia con respeto, credibilidad,
futuro. Lo de Nevelef y su plantel fue una demostración de cómo una idea clara,
un trabajo serio y un compromiso total pueden poner a cualquier equipo en el
radar del continente.
República
Dominicana, aún con el marcador en contra, se ganó el derecho de ser
protagonista. No porque lo diga un resultado, sino porque lo respalda el juego.
Porque lo vio todo el que encendió el televisor. Porque lo reconoció Fernando
Palomo, que dijo lo que muchos pensaban: el mejor equipo, colectivamente, fue
el debutante.
Y si
este fue solo el primer paso, el futuro pinta prometedor para los guerreros del
Caribe.
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