San Cristóbal, Por Julio César García. - Recordar a nuestros héroes y mártires en fechas de sus nacimientos o fallecimientos es un acto de agradecimiento que los seres humanos hemos realizado durante gran parte de la historia, pero recordar a un amigo, a un ciudadano que no persiguió nunca la gloria o la lisonja.
Alguien que solo se dedicó a
servir y ser un amigo de sus amigos, un padre y esposo ejemplar, una persona
que lejos de pretender separar del resto su condición extraordinaria de hombre
inteligente y visionario, vivió para cultivar la amistad con sus pares es el
más extraordinario de los actos.
Este sábado 8 de febrero se
cumplen treinta y cinco años de la partida de este plano terrenal del
extraordinario Temístocles Metz, por este motivo su familia junto a un grupo de
amigos estará rememorando su vida a partir de las 10:00 am, en el cementerio
municipal de San Cristóbal.
Sobre Temo Metz
Temístocles Estévez es como
debió llamarse este joven, que por error en la inscripción en el registro de
nacimiento en la oficialía civil Úrsula Sánchez le declaro con el apellido de
la madre Metz en lugar de Esteves, Corrían los años cincuenta y con la
dictadura encabezada por Rafael Leónidas Trujillo Molina la benemérita ciudad
de San Cristóbal, (cuna de la constitución) era una de las referencias
económicas de la época. Con la pérdida de su esposo en 1952 la señora María
Dolores Metz Sánchez (doña Lolo), llegaba a la ciudad y traía con ella a un
chico desde Escalante Guayubin que habría de convertirse en uno de los más
extraordinarios hijos de San Cristóbal “Temo” como le llamaban sus amigos.
Temo fue manisero, vendió
arepa, vendió billetes de lotería, fue limpia botas, fue maestro, fue mensajero
en el palacio de justicia, donde fue secretario de la fiscalía y luego
secretario del tribunal de primera instancia, corresponsal del periódico el
Caribe, fundador del periódico el Acontecer Sureño y secretario de estado de
deportes, logrando a convertirse en la figura más trascendente en la
administración deportiva de la República Dominicana.
Un visionario y hombre con
extraordinaria memoria, llegando en un momento a conocer todos los nombres de
los peloteros amateurs y de todos los abogados de la República Dominicana,
siempre al tanto de todos los temas nacionales, con gran sentido del humor,
piropero, cuerdero y líder entre sus amigos a quienes siempre respaldaba.
Temo, fue manager de béisbol y
es recordado por ser un jugador que reunía todas las cualidades que requieren
la práctica del softbol, en su último partido de softbol conectó un jonrón para
ganar el campeonato en la liga de la farándula (recuerda Luisín Mejía), su
visón sobre el deporte le llevo a tratar de masificar el deporte en toda la
geografía nacional logrando una media de inauguración de una obra deportiva
cada tres días.
Temo prototipo de un hombre
triunfador, que pasó por todos los escalones de la vida sacando en cada etapa
ventaja de sus compañeros por sus extraordinarias cualidades y dejando en cada
uno de los escalones que pisó una indeleble huella que permanece y marcando a
cada uno de los que con el compartía, por su extraordinaria manera de ser, este
ocho de febrero, San Cristóbal, gracias a los esfuerzos de sus amigos y la
fundación que hoy lleva su nombre ha rendido el más merecido de los
reconocimientos a Temístocles Metz un hombre extraordinario. Construir con
letras las palabras que puedan describir a este hombre se hace difícil, pues su
estatura la supera todas.
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