Santo Domingo, Por Julio Cesar García. – El excelentísimo señor presidente de la republica Luis Rodolfo Abinader Corona se dirigió al pueblo dominicano para expresar que será retirada del congreso la ley de modernización fiscal, que se había enviado al poder legislativo para su debate y consenso.
Al inicio el presidente dijo
que este es: “Un mensaje
que va más allá de cifras, leyes y tecnicismo, un mensaje de sinceridad, de
humildad y sobre todo de compromiso, un mensaje honesto como siempre he creído
debe ser todo acto de servicio público. Citando a Benjamín Franklin expresó “La
honestidad es siempre la mejor política””.
Lenguaje Pausado y signos de convencimiento
en sus decisiones
El presidente utilizó un
lenguaje pausado, llano, claro, preciso y conciso, su lenguaje corporal mostraba
señales de haberse leído y releído el mensaje antes de expresarlo al pueblo,
utilizó el discurso para resaltar sus virtudes como dirigente político y como persona,
“quiero reafirmar mi convicción de que la
transparencia y la verdad son los pilares sobre los que debemos construir
nuestro futuro”.
“Escuchar es un signo de fortaleza y yo soy un presidente que escucha,
no estoy aislado, no vivo en una burbuja, leo los diarios, escucho la radio,
veo la televisión, me reúno con todos los sectores, reviso las redes sociales, recorro
el país”.
El presidente se definió como:
“alguien que como tú puede escuchar el ritmo
colectivo de la disconformidad. En el pasado, al compás de esos toques defendí
la democracia ahora también los siento y los escucho antes y ahora lo valoro
igual”.
Llamó cobardes e
irresponsables a los anteriores gobernantes
Recordó a la oposición que no
actuaron con responsabilidad ni valentía en el momento que la situación lo
demandaba: “Esta obligación que
otros eludieron para proteger su popularidad política, la asumimos nosotros con
responsabilidad y valentía para garantizar la sostenibilidad de la economía dominicana”.
Lo importante de asumir las
cargas impositivas
El mandatario explicó sobre el
plan de reforma: “Lo hicimos convencidos de la necesidad de un cambio
estructural que redujera la dependencia del endeudamiento externo y aumentara
nuestra capacidad de financiar las soluciones a tus problemas de seguridad, agua
potable, electricidad, salud y transporte; y para eliminar distorsiones y
privilegios”.
La aplicación de la reforma se
ha detenido, sin embargo, si releemos las palabras del primer mandatario nos
damos cuenta de que los ajustes se van a realizar, aunque no se les llame
reforma: “Este es un
momento crucial y hemos asumido este desafío con el convencimiento de que
debemos actuar ahora para garantizar el bienestar de las generaciones que están
por venir”,
expresó el presidente.
Este discurso saca del ámbito de
la discusión la reforma tributaria, sin embargo, abre todo un abanico para la
toma de forma unilateral de las medidas que el mandatario y su equipo económico
consideren necesarias.
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