San Cristóbal, Por Leonardo Cabrera Diaz. -En una noche de parra y bohemia la conocí yo a ella,
Y ella me conoció a mí.
Nos conocimos.
Yo hablé con ella, y ella
habló conmigo.
Hablamos,
Y Entre tragos y sonrisas le
tomé sus manos y ella, tomó las mías.
Nos agarramos.
De forma inesperada, besé su
boca y ella, ella beso la mía
Mordí suavemente sus labios, y ella, ella mordió los míos
Y así entre caricias, abrazos
y otras tantas cosas, la llevé a la cama, y ella fue conmigo.
Despacio, lentamente, fui
quitando toda su ropa, y ella me quitó toda la mía.
La miré, ¡oh Dios! que hermosa
es, ¡qué privilegio el mío!, pensé, y ella me miró, pero realmente, no sé qué
pensaría, sólo sonrió, al verme desnudo, como diciendo, bueno, esto es lo que
hay.
Entonces hicimos el amor, con
furia, con fuego, con locura, así, hicimos el amor, yo con ella, pero no sé sí
ella lo hizo conmigo, o con algún amor del pasado, pasado, o del pasado
reciente, pero igual lo disfruté, quedé encantado.
Y así tantas veces hicimos el
amor, yo siempre con ella, pero no sé si ella siempre lo hizo conmigo, y de
ella yo me enamoré, pero no sé si de mí ella se enamoró, es más, ni siquiera me
importó. Es que por ella me asfixié.
Tanto así, que entiendo que la
barriga es mía,…pero el muchacho, no sé.
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