Nueva York, Estados Unidos, 24/01/2023. - El Ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, alertó este martes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, respecto a que la situación de violencia e inseguridad que se fortalece en Haití no solo amenaza a los haitianos sino también a la seguridad nacional de República Dominicana.
Al
agotar su turno en la reunión de este martes del órgano de la ONU, el canciller
dominicano destacó que frente a la imposibilidad de formalizar un adecuado
manejo de la gestión fronteriza con responsabilidad compartida, ese espacio se
ha convertido en una fuente de problemas, como la trata de personas, el tráfico
de armas y de sustancias ilícitas; así como el contrabando de mercancías,
flagelos que Gobierno dominicano combate a capa y espada con ayuda de sus
socios internacionales, pero bajo condiciones cada día más difíciles.
“La
gobernanza de una frontera de esta naturaleza resulta prácticamente inmanejable
cuando uno de los dos lados está imposibilitado de garantizar el imperio de la
ley. También se presenta el reto del suministro de servicios básicos a la
población migrante irregular y su impacto en las políticas sociales del Estado
dominicano”, resaltó el Ministro Álvarez.
Aseguró
que esta realidad no está motivada por una actitud antiinmigrante, ya que
República Dominicana es un país emisor de migrantes, pero, dijo, cuando el
flujo de personas no ocurre dentro de los cauces legales, de manera ordenada y
segura, esto implica riesgos políticos, sociales, económicos y de seguridad, por
lo que resulta difícil garantizar los derechos correspondientes.
En
ese sentido, dijo que el Gobierno dominicano está compelido a tomar las medidas
necesarias para frenar el impacto que la violencia y el deterioro institucional
de Haití pueda tener sobre su territorio.
“Nuestro
país es solidario y respetuoso del derecho internacional y más aun siendo Haití
un país amigo con el que nos une un tratado de paz y amistad perpetua. Lo hemos
repetido innumerables veces, estamos dispuestos a seguir jugando un rol de
buena vecindad. Pero nuestro involucramiento sería muy distinto si existiera el
apoyo concreto de la comunidad internacional para restaurar la paz y la
seguridad en Haití”, agregó el canciller.
El
Ministro de Relaciones Exteriores dominicano dijo que, pese a las disposiciones
del Consejo de Seguridad sobre la situación en Haití, la principal demanda de
las autoridades haitianas, avalada por el Secretario General, el despliegue de
una fuerza robusta de asistencia a su Policía Nacional para eliminar la
violencia espantosa que afecta ese país, aún permanece sin una hoja de ruta
clara.
“El
Gobierno dominicano entiende que es legítimo considerar y planificar
adecuadamente cualquier respuesta para evitar errores del pasado y, sobre todo,
para evitar una solución que desconozca la voluntad de los haitianos. Pero,
como testigos directos del drama humano en el país vecino, también sabemos que
cada minuto de espera implica un mayor descalabro de la situación y sufrimiento
para ciudadanos inocentes”, señaló el diplomático.
Roberto
Álvarez advirtió que hasta que no se produzca una acción firme contra los
criminales que impiden el devenir soberano de Haití, no cree que se pueda pedir
al pueblo haitiano, y a los demás pueblos que son testigos de esta tragedia,
que depositen su confianza en las Naciones Unidas.
Durante
esta reunión, el canciller estuvo acompañado del embajador representante
permanente de República Dominicana ante las Naciones Unidas, José Blanco, y los
consejeros de esta misión diplomática, Claudia Mansfield y Radhafil Rodríguez.
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