“Ni siquiera sé si soy negro con rayas blancas o blanco con rayas negras”. Así exponía Marty, la cebra de la película de Pixar ‘Madagascar’ su dilema existencial.
Un
estudio resuelve el misterio sobre el color de estos animales a partir del
análisis del pigmento del pelaje.
Los científicos llevan años trabajando para determinar el color predominante en el pelaje de estos animales. Ahora, ya hay respuesta. Pese a qué todavía son muchas las teorías que justificarían el motivo, lo que está claro es que las cebras son negras con rayas blancas.
En
un primer momento, se creía que el color real de la especie era el blanco.
Entonces, se deducía del hecho de que las rayas negras “terminan” en la parte
posterior del animal. El blanco, al ser el color con mayor presencia en el
pelaje de las cebras, parecía ser el color auténtico del equino. Sin embargo,
un artículo publicado en la Enciclopedia Británica contradice este planteamiento.
Las
cebras son completamente negras bajo el pelaje y no tienen rayas.
Según
los expertos, los melanocitos —las células que dan color tanto al pelaje como a
la piel—, son los responsables de producir la melanina, el pigmento, que
tenemos todos los animales (excepto en el caso de los albinos). En las cebras,
unos mensajeros químicos deciden qué melanocitos darán color a unas u otras
secciones del pelaje, creando de esta manera el patrón de blancos y negros del
equino.
“Lo
importante de las cebras es que su pelaje blanco representa la ausencia de
melanina; es decir, el blanco no es su propio pigmento”, establece el estudio.
Por tanto, se entiende que el negro es el color "predeterminado" de
una cebra. El artículo publicado en la revista también remarca que las cebras
no son rayadas, sino completamente negras debajo del pelaje. “Una cebra
afeitada, sería un animal completamente negro”, asegura la publicación.
Dilema
resuelto: las cebras son negras con rayas blancas. Sin embargo, los
investigadores siguen sin estar seguros de por qué las cebras tienen rayas. A
lo largo de la historia se han propuesto al menos 18 teorías diferentes al
respecto: desde el camuflaje hasta la protección contra los depredadores,
pasando por marcas de singularidad como pasa con la huella digital humana. No
obstante, las teorías más populares entre la comunidad científica son las
basadas en la protección contra las moscas que pican y la termorregulación del
animal.
En
un estudio de 2014 se descubrió que las rayas en los animales son más comunes
en áreas plagadas de moscas que pican, lo que lleva a algunos a deducir que
estos insectos tienen dificultades para ver una superficie rayada o en blanco y
negro como un lugar seguro para aterrizar. Aunque esta es una de las teorías
más probadas, no todos los científicos están convencidos.
Alison
Cobb, técnica jubilada de laboratorio de animales, declaró a la BBC Future la
teoría de la termorregulación, basada en que las rayas negras absorben el calor
para calentar a las cebras del frío por la mañana y las blancas reflejan la luz
para enfriar a estos animales del calor por la tarde. “Las moscas mordedoras no
son una amenaza tan definida o frecuente para provocar una característica
evolutiva como las rayas. Toma más sentido la autoprotección por evitar
sobrecalentamiento del cuerpo", concluye Cobb.
FUENTE:
Diario digital La Vanguardia, de España.
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