Por cosas de esas que pasan al común de los mortales un día encontré un manifiesto que me pareció demasiado revolucionario para su época, para su entorno geográfico y por si fuese poco para alguien que nadie me había mencionado en las lecciones de historias, así tampoco cuando solía compartir con mis amigos de la izquierda revolucionaria.
Por
cosas del azar me encontré frente al manifiesto Desobediencia civil de Henry
David Thoreau, pasó el tiempo y siempre que podía traía a mis memorias esa
lectura que con claridad meridiana cuestionaba su gobierno y extrapolaba esa crítica
a todos los gobiernos de la tierra como si presagiara que no existe diferencia
alguna entre quienes gobiernan, "De todo corazón acepto el lema de que
"el mejor gobierno es el que gobierna menos", y me gustaría que fuera
honrado con más diligencia y sistema.
En
la práctica significa, asimismo, lo cual también creo: "que el mejor
gobierno es el que no gobierna en absoluto"; y cuando los hombres estén
preparados para él, ese y no otro será el que tendrán.
No
sé qué es la vida, pero he re encontrado a Henrry David Thoreau esta vez con un
increíble pensamiento filosófico que retrata con pocos trazos toda la vida
cosas tan sencillas como “Vive en casa como un viajero” o esto de “Fui a los
bosques porque quería vivir deliberadamente sólo para hacer frente a los hechos
esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que tenía que enseñar, y
no descubrir al morir que no había vivido.
No
quería vivir lo que no era vida. Ni quería practicar la renuncia, a menos que
fuese necesario. Quería vivir profundamente y libar toda la médula de la vida,
vivir tan fuerte y espartano como para prescindir de todo lo que no era
vida...”
Moriré
y no sabré que lo que es la vida, pero podré decir que he leído un poco sobre
Henrry David Thoreau.
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