Los nanobots son máquinas, o robots, de dimensiones nanométricas que es una medida ultra pequeña, comparada a la de un átomo.
La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas (nanomateriales). Lo más habitual es que tal manipulación se produzca en un rango de entre uno y cien nanómetros. Para hacerse una idea de lo pequeño que puede ser un nanobot, más o menos un nanobot de 50 nm tiene el tamaño de 5 capas de moléculas o átomos (depende de qué esté hecho el nanobot).
También llamado nanoagente, el
término nanobot hace referencia a una máquina en la escala de los nanómetros.
La nanorobótica es la fabricación de máquinas, o robots, de dimensiones
nanométricas. De una forma más específica, la nanorobótica se refiere a la
todavía hipotética ingeniería nanotecnológica del diseño y construcción de
robots. Otra definición, usada algunas veces, es la de una máquina capaz de
operar de forma precisa con objetos de escala nanométrica. En Internet se
define al nanobot como una nanomáquina robot nanotecnológica (un robot nano),
también llamado nanite, un aparato mecánico o electromecánico cuyas dimensiones
son medidas en manómetros (millonésima parte de un milímetro, o unidades de 10^
(-9) metros).
Por su tamaño son muy útiles
para entrar en el cuerpo humano con mayor facilidad y realizar múltiples
tareas, ya sea combatiendo células cancerosas o reemplazando neuronas afectadas
que se pueden tener cuando con enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.
Estos nanobots y nanomáquinas pueden curar el cuerpo humano de diversos males y
enfermedades.
Un ejemplo de la importancia
de esta tecnología puntera es un nanorobot de ADN creado en la Universidad de Harvard,
que ordena a las células cancerosas que se autodestruyan. Es un nanorobot hecho
de material genético, capaz de llevar moléculas y otras sustancias a las
células que lo requieran. Además, podría ser programable para la búsqueda y
reconocimiento en diferentes superficies de las células.
En un par de años aparecerá la
primera camada de nanosensores. Éstos serán capaces de transmitir información
desde el interior del cuerpo humano hacia receptores ubicados en el exterior de
cuerpo. Información valiosa para el control de enfermedades crónicas o para
combatir infecciones. Por ejemplo, una persona diabética podrá usar estos
dispositivos para ajustar su dosis de fármacos o que una alarma lo alerte que
ha comida demasiados pasteles. También veremos los primeros fármacos de
liberación prolongada altamente eficientes. Fármacos que pueden mantener sus
niveles en sangre constante y que no requiera ser administrados más de una vez
al día.
La técnica ya ha logrado
minimizar a estas máquinas al nivel nanométrico y la capacidad de actuar.
Aunque no inteligentemente, sí lo hacen gracias a señales dadas desde un
dispositivo emisor que actúa como jefe de obras. Robots especializados serán
introducidos a nuestro organismo para cumplir misiones específicas: reparadores,
destructores, manutención, producción, etc.
El último estadío de la
evolución de la nanotecnología será el desarrollo de la autoreplicación y la
inclusión de IA (Inteligencia Artificial). Funciones superiores necesarias para
trasnformar a los nanobots en nanodocs. La autoreplicación es clave para la
efectividad de tratamientos masivos o al menos para pensar en robots que
mantengan un cuerpo humano. Para lograr mantener las funciones vitales de un
cuerpo es necesario un ejército de robots que viajen a través de nuestros vasos
sanguíneos, entren en los tejidos blandos y realicen sus acciones. Además, es
necesario que tengan la capacidad de mantener un número constante ante
eventuales pérdidas o malfuncionamiento. Es necesario que sean capaces de
aumentar su número en caso necesario y posteriormente autodestruirse para
volver a un “estado basal”.
El otro elemento indispensable
para la evolución es la Inteligencia Artificial. Ya no necesitarán un
dispositivo externo que decida por ellos. Cada uno será capaz de detectar una
alteración y ejecutar la acción para la que están programados. En el caso de
una infección serán capaces de sintetizar anticuerpos específicos para el
patógeno o sensibilizar células inmunes para que ataquen un blanco que
normalmente no detectarían.
Además de la aplicación de los
nanobots en la medicina estos se pueden aplicar en otros medios como en el
medio ambiente, lo cual podrían ser de gran ayuda para poder controlar el
impacto ambiental. Otra alternativa que sería de gran ayuda para las personas
es el uso de los mismos en la salud, ya sea para la higiene personal como para
la alimentación ya que existen nanobots que son capaces de mantener los
alimentos en buen estado.
Actualmente la Administración
de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (en inglés: Food and Drug
Administration, FDA) regula la nanotecnología de acuerdo al tamaño. También
la FDA regula lo que actúa por medios químicos como un fármaco, y lo que actúa
por medios físicos como un dispositivo.
Es importante clarificar que
ninguna de estas tecnologías se encuentra disponible ahora ni en fase de
pruebas. Faltan todavía elementos importantes que constituyen las bases para el
desarrollo y proliferación de esta tecnología, pero las metas están, la
voluntad existe y sobre todo el dinero fluye incesantemente hacia estos
proyectos.
FUENTES: Páginas web Ecured y Mundo Digital.
0 Comentarios