La bienvenida a las ciudades se ha modificado a través del tiempo de forma tal que quien visita por primera vez el lugar se lleve esa primera buena imagen e impresión, es así que hemos visto a medida que ha pasado el tiempo que son cada vez más y más las ciudades (incluyendo barrios en estos días) que recurren a los identificadores y en muchos casos a las circunvalaciones.
En el caso de nuestro municipio las cosas son muy distintas, al acercarte a San Cristóbal te encuentras con un escenario que describe de manera muy gráfica lo que te puedes encontrar en cualquier esquina de la ciudad benemérita, chatarras y tarantines.
Basta observar el llamado peso de Hatillo donde se pueden ver gran cantidad de chatarra acumulada por años contaminando visualmente el entorno, apenas unos metros y nos encontramos con un depósito de botellas al aire libre y luego viene la escena grotesca al mejor estilo de Dante Alighieri, los animales sacrificados que son exhibidos sin ningún pudor o tipo de medida de higiene.
No entendemos que esperan las autoridades para definir un
protocolo mínimo de trabajo conjunto que nos permita tener un espacio visual orgánico,
cuando menos a la llegada a nuestra ciudad.
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