El pensamiento humano es una de las actividades que mas fascinan a la ciencia, es difĂcil describir como funciona en realidad, de hecho, siendo la actividad mas realizada por el ser humano es una de las menos documentadas a razĂłn de que los estudios sobre los pensamientos siempre traen el sesgo de lo que el propio cerebro permite que conozcamos sobre su funcionamiento.
Estudios sustentados en análisis de conductas muestran que el pensamiento humano guarda una estrecha relación con las actividades que realiza el ser humano, tanto asà que somos capaces aún en un estado inconsciente como lo es el sueño de recrear o percibir actividades cotidianas como si la estuviésemos viviendo mientras soñamos, por ejemplo, una persona que juega ajedrez se encontrará jugando alguna partida mientras duerme o realizando alguna jugada espectacular en sus sueños.
AsĂ el cerebro logra crear
pensamientos y hacernos accionar o reaccionar de tal o cual forma, la actividad
de estudiar y tratar de conocer como pensamos lo que pensamos es lo que se ha
denominado metacogniciĂłn, que es en simples palabras conocer porque pensamos
como pensamos.
La metacogniciĂłn es la capacidad de
autorregular los procesos de aprendizaje. Como tal, involucra un conjunto de
operaciones intelectuales asociadas al conocimiento, control y regulaciĂłn de
los mecanismos cognitivos que intervienen en que una persona recabe, evalĂşe y
produzca informaciĂłn, en definitiva: que aprenda.
El vocablo metacogniciĂłn es un
neologismo compuesto por los vocablos “cogniciĂłn”, del latĂn cognitÄo,
cognitiĹŤnis, que traduce ‘conocimiento’, y el elemento compositivo “meta-“, que
proviene del griego μετα- (meta-), que significa ‘acerca de’.
En este sentido, la
metacognición, según los autores más entendidos, hace referencia a la acción y
efecto de razonar sobre el propio razonamiento o, dicho de otro modo, de
desarrollar conciencia y control sobre los procesos de pensamiento y
aprendizaje.
Esto viene a implicar que las
personas sean capaces de entender la manera en que piensan y aprenden y, de
esta manera, aplicar ese conocimiento sobre estos procesos para obtener mejores
resultados, la metacogniciĂłn es una herramienta muy Ăştil para mejorar las destrezas
intelectuales, optimizar los procesos de aprendizaje, e, incluso, facilitar la
ejecuciĂłn tareas cotidianas, tan sencillas como, por ejemplo, tomar una
decisiĂłn.
John Flavell
En de la década de 1970, Flavell
acuñó el término metacognición a partir de sus investigaciones sobre los
procesos cognitivos de las personas. Flavell determinĂł mediante sus
investigaciones que las personas necesitaban emplear un nivel de pensamiento superior
que pusiera atenciĂłn sobre los otros procesos intelectuales para corregir
errores, optimizar mecanismos cognitivos y mejorar la implementaciĂłn de
estrategias para la ejecuciĂłn de tareas.
La importancia de la
metacogniciĂłn, en este sentido, serĂa que su dominio nos permitirĂa
autogestionar y controlar nuestros procesos de aprendizaje, mejorar su
eficiencia, optimizarlos.
La adquisiciĂłn de herramientas
para el desarrollo de habilidades metacognitivas favorece el desarrollo del
pensamiento crĂtico, estimula la capacidad de autorreflexiĂłn y crea en el
estudiante una conciencia de autonomĂa, autocontrol y autorregulaciĂłn de los
procesos de aprendizaje.
Además, el dominio de la
metacogniciĂłn les proporciona la posibilidad de desarrollar un pensamiento
propio, que trascienda las interpretaciones formales del programa de estudio.
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