Ser ilustrado consiste en abandonar la minoría de edad y servirte de tu propia razón, “Sapere Aude” «atrévete a saber»; o «ten el valor de usar tu propia razón». Este es un llamado no tanto epistémico como moral, es decir si dejas que tu razón sea guida por otro, aun así puedes llegar a sostener creencias verdaderas, pero lo que otro jamás puede hacer por ti es hacerte libre.
Existe para Immanuel Kant un vínculo intimo entre el ejercicio de la razón y la libertad, si nuestros actos no so dirigidos por razones, entonces no son libres porque son dirigidos por fuerzas ajenas, personas o incluso las fuerzas patológicas como las pasiones o los sentimientos sobre los que no tenemos control.
Debemos recordar que el llamado
siglo de las luces (XVIII) fue una consolidación filosófica y social de la
salida de la época medieval iniciada por el humanismo renacentista y la revolución
científica, el poder de la nobleza y el clero, el sistema feudal dio paso a
sociedades organizadas con base en las decisiones de agentes autónomos. En vez
de súbditos-ciudadanos, en vez de superstición-ciencia, en vez de afiliación dogmática-libertad
de pensamiento y tolerancia, cuando se valora este legado del siglo de las
luces entonces es fácil preguntarse, ¿qué nos está pasando en estos días?
Dimidium facti, qui coepit,
habet: sapere aude, ("Quien ha comenzado, ya ha hecho la mitad: atrévete a
saber ")
Razonado sobre esta expresión
entonces debemos coincidir en que de una u otra manera hemos abandonado la
ilustración, esto que ya hace siglos habíamos empezado. Hoy nos hemos
conformado con lo que nos brinda y demanda el “mercado”, en estos días
preferimos que nos indiquen que debemos creer, como debemos pensar, como
debemos actual socialmente y en resumen como debemos vivir, siendo estas
acciones contrarias a un hecho que ha debido ocurrir en la mayoría de nosotros,
madurar. “Mündigkeit”, madurez o emancipación, se interpreta como la autonomía
para utilizar la mente y razonar. Lo cual es imposible conseguir con dejadez o
cobardía. “Sapere aude”! Ten valentía para servirte de tu propio entendimiento.
Esta es la consigna de la ilustración”.
El abandono cada vez mas acelerado
de los datos científicos para acomodarnos a creencias sin fundamentos, este
rechazo de la ciencia desplazada por individuos que sin el más mínimo criterio científico
pretenden llenar las expectativas de millones de seres que se han acomodado a
lo mas fácil, a lo mas inmediato, a lo más digerible, estamos en el mundo de la
posverdad y por desgracia no es algo tan reciente, hace tiempo que en lugar de
pensar por cuenta propia nos estamos dejando guiar por líderes carismáticos,
viejos mitos o un sistema económico, en lugar de madurar.
El término contrario de madurar es “Unmündigkeit”,
es un término alemán que traducido metafóricamente quiere decir inmadurez,
dependencia o no emancipación de la mente guiada por otro (tutor, guía
espiritual), lo cual es producido por la falta de decisión y valor, no por
falta de inteligencia.
La ilustración es la salida
del hombre de condición de menor de edad de la cual el mismo es culpable. La
minoría de edad es la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la
dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad, cuando la causa
de ella no radica en una falta de entendimiento, sino de la decisión y el valor
para servirse de el con independencia, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude
! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! Es pues la divisa de la
ilustración.
La pereza y la cobardía son
las causas de que la mayoría de los hombres después que la naturaleza los ha
librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter majorenes ),
permanecen con gusto como menores de edad a lo largo de su vida, por lo cual le
es muy fácil a otros el erigirse en tutores.
A cada hombre en particular le
resulta muy difícil llegar a la ilustración ya que la han adoptado como segunda
naturaleza. Incluso la hacemos tan propia, y es cuando entonces en realidad no
somos capaces de servirnos ni lo mínimo de nosotros mismo por lo tanto no
podemos ser racionales, son pocos aquellos que han logrado dejar el yugo de la
minoría de la edad ya que tienen los grilletes permanentes, después de haber
dejado el yugo de la minoría de edad podrán ser racional ya que cuentan con la
cualidad de ser autónomamente audaz.
La sociedad solo alcanza la
ilustración despacio, pero nunca se logrará una reforma absoluta de la forma de
pensar, pero para la ilustración solo se necesita la libertad, pero la más inofensiva
de tal, pero la libertad está limitada en cada rincón donde estamos nuestros
padres nos limitan, en el colegio, iglesia que según Kant es la más dañina de
todas y la más deshonrosa.
Retornar a Kant no será la
solución a los problemas del mundo, pero siempre será bueno recordar que: Dimidium
facti, qui coepit, habet (Quien ha empezado, ya ha hecho la mitad).
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