Cuando entendamos que la raza es una y única y que se llama humana entonces ya no será necesario explicar nuestros origenes.
Las primeras teorías situaban el origen del hombre en una realización divina, para de algún modo situar el origen se partía de una o varias deidades, en algunos casos se llegó incluso a la teoría de que los hombres eran dioses degradados por algún hecho reñido con las normas celestiales y a los cuales se les quitó la posibilidad de seguir siendo eternos.
Luego con el surgimiento de
las religiones se les fueron asignando orígenes según le acomodara a cada
religión, esto no fue solo practicado por las religiones monoteístas, también las
politeístas coincidieron en este punto.
El hombre nunca se ha bastado
con las teorías que les han sido impuestas y después de muchas investigaciones Charles
Robert Darwin se convence y convence a otros tantos de que el origen del hombre
es evolutivo a partir de criaturas inferiores, lo que llamó evolución de las especies por selección
natural.
Luego aparecen la teoría de la
genética de Gregor Mendel, que es la madre de la herencia genética y la mutación
aleatoria de donde surge entonces la genética de las poblaciones y las teorías posteriores
de Theodosius Dobzhansky, Ernst Walter Mayr y George gaylor Simpson que luego
es completada por Fisher, Haldane y Wright.
Pueden existir diferencias
irreconciliables entre las teorías lo que si es coincidente en todas es que
desde donde quiera que haya surgido el primer hombre han surgido todos los demás.
El religioso que piensa que el
hombre tiene un origen divino hermana a todos entonces al tener el mismo
origen, el que se siente evolucionista y no le cabe eso de la divinidad
entonces admite un mismo origen a partir de la evolución y la selección natural
por lo que también hermana a los hombres en sus orígenes, los que se han ido a
las teorías de la aparición de la vida en el universo debido a un choque de
materias igualmente conceden esa hermandad humana.
Así que no importa cual sea la creencia al final todos tenemos un mismo origen y no importa raza, color de piel, lugar de nacimiento o estatus social, como quiera que lo miremos al final vamos a ver el mismo ser humano siendo creado por algún Dios, bajando de un árbol o creciendo a partir de materia esparcida en el universo.
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