En los últimos años hemos podido comprobar cómo la moda infantil imita a la de los mayores: pantalones muy cortos, ombligos al aire, escotes de vértigo, camisetas sexys, al estilo de las cantantes adolescentes.
Parece
algo inofensivo y que a las niñas les gusta, ¿qué malo podría haber en ello?
Pues bien, según un estudio reciente de la Asociación de Psicología Americana,
esta erotización de la infancia está causando alteraciones físicas y psíquicas
a medio plazo bastante graves. En Guiainfantil.com te contamos cuál es el
peligro de vestir a las niñas como adolescentes.
¿Qué
podemos hacer los padres para evitar la erotización de la infancia?
La
sociedad lleva a la infancia, especialmente a las niñas, a una tendencia
sexualizadora. Ropa, juguetes, películas, cosméticos y publicidad, bombardean a
nuestras hijas fomentando su sexualidad y su físico como la única manera de
tener éxito en la vida y dejando de lado otros aspectos de su personalidad.
El
único criterio que las niñas ven para juzgarse a sí mismas es el de la belleza
física, y por lo tanto, se deja de lado la niñez rápidamente para adentrarse
en, lo que ahora se llama, la pre adolescencia. Convierte a las niñas en un
objeto sexual en la que la única cualidad que poseen es la de ser atractiva
para el varón, quien a la vez se ve empujado a reforzar su rol machista. Se
educa para que las mujeres potencien actitudes alabadas por los hombres como
dulzura, inocencia, sumisión, olvidando los comportamientos firmes y
autoritarios por ser poco femeninos.
Estos
comportamientos han revelado que la principal preocupación de las niñas en los
últimos 20 años es su aspecto físico, y el hecho de no alcanzar su objetivo las
lleva a una insatisfacción perpetua, ansiedad y depresión desde muy pequeñas.
Los
modelos de belleza de las modelos, e incluso de las muñecas, reflejan cuerpos
imposibles, con una delgadez extrema. Estos modelos empujan a nuestras hijas a
la anorexia y la bulimia a partir de los nueve años, informa la Asociación en
Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia.
Por
otro lado, el actual canon de belleza de una chica alta, con curvas moderadas y
con pechos extraordinariamente grandes, arrastra a muchas adolescentes a una
obsesión estética que las conduce a pedir a sus padres intervenciones
quirúrgicas estéticas. En EEUU, los implantes mamarios, liposucciones y
operaciones de nariz son algunos de los regalos preferidos por las adolescentes
para su graduación, lo mismo que en España, el primer país de Europa en número
de cirugías estéticas a adolescentes. Este hecho es preocupante, no solo porque
denigre a la mujer y la reduzca al único matiz de lo físico, sino que además,
crea adicción y una continúa insatisfacción.
Otro
de los aspectos reveladores de este estudio es la prontitud en la maduración
sexual antes de la maduración psicológica, lo que conlleva la adopción de
conductas sexuales de riesgo: embarazos no deseados, promiscuidad, enfermedades
sexuales… confundiéndola con una libertad sexual mal entendida. Filtrar todo
aquello que ven nuestras hijas: programas de tv, películas, videos musicales…
Enseñarles a ejercer la crítica con las actitudes incorrectas y mostrarles cuál
es la realidad. Hablar y explicar por qué ciertas conductas son inapropiadas.
Fomentar otros aspectos de la persona como son los deportes, la cultura y la
creatividad. Educar sobre el sexo y sus consecuencias de una forma natural y,
por supuesto, dar ejemplo.
Guiainfantil.com
Patricia
Fernández
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