Pero un reciente
estudio de los investigadores estadounidenses Douglas Massey de la Universidad
de Princeton y Jonathan Rothwell del Instituto Brookings va más allá y presenta
nuevas pruebas de que no basta con irse del barrio precario a uno mejor.
La evidencia que
recopilan encuentra que el sitio específico en la ciudad donde una persona pasó
los primeros 16 años de su vida es determinante para los ingresos que recibirá
varias décadas después, aunque cambie de lugar de residencia muchas veces
después.
Es una noticia
triste para los que creen en la posibilidad del ascenso y la movilidad social.
Y también podría añadir elementos de discusión a la controversia suscitada por
propuestas en muchos países, incluso en algunos latinoamericanos, de llevar a
habitantes de barrios pobres a vivir en las zonas más pudientes de la ciudad.
"El barrio es el punto crítico
donde se bloquean las aspiraciones de la gente para avanzar en la vida".
Más aún, es una herencia muy difícil de
escapar.
"Los barrios pobres tienden a tener
tasas más altas de desorden social, crimen y violencia. Las investigaciones
muestran cada vez más que la exposición a esta clase de violencia no tiene
solamente efectos de corto plazo sino también de largo plazo en la salud y la
capacidad cognitiva de sus habitantes", asegura Massey.
"Tiene efectos que no se borran
cuando la gente crece".
Integración
¿Cuál es la solución para evitar que el
barrio de nacimiento se convierta en una condena?
Massey lo ve en términos de acabar con la
segregación social por barrios, la misma que hace que la vida de los ciudadanos
de distintos estratos económicos acaben teniendo direcciones totalmente
contrarias.
El investigador ofrece como
recomendación "ayudar a la gente para que pueda moverse de zonas de alta
pobreza a otras áreas más de ingresos medios y altos, en donde tengan acceso a
las ventajas que ofrecen esas comunidades más pudientes".
Agrega que es posible lograr avances en
ese campo construyendo viviendas públicas en barrios más acomodados mediante
subsidios para que los pobres puedan llegar a los distritos menos deprimidos de
las ciudades.
Trayectoria de vida
El académico insiste en que ofrecerle a
los jóvenes de familias bajos ingresos la oportunidad de comenzar sus vidas en
zonas más ricas puede tener un impacto positivo grande en sus trayectorias de
vida.
El barrio es el
punto crítico donde se bloquean las aspiraciones de la gente para avanzar en la
vidaDouglas Massey, Universidad de Princeton
Un argumento que en su momento se usó en
ciudades europeas como Londres, en donde después de la Segunda Guerra Mundial
se construyó vivienda estatal subsidiada en medio de los barrios más pudientes
de la ciudad.
En meses recientes se desató una enorme
polémica en Colombia luego de que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro,
propusiera un programa estatal piloto para llevar a habitantes pobres a un
grupo de edificios en un exclusivo distrito de esa ciudad.
Propuesta que ha sido criticada por
múltiples opositores como una medida populista y un uso poco eficiente de
recursos públicos escasos, alegando que serían mejor empleados en mejorar las
condiciones de los barrios pobres en donde vive la mayoría de los habitantes de
la capital colombiana.
La estigmatizacion
El estudio de Massey y Rothwell se basó
en información de los barrios en Estados Unidos, pero Massey le insiste a BBC
Mundo que las lecciones de su investigación se aplican a cualquier otro país en
donde se presentan altos niveles de segregación por clase.
"Es
un fenómeno que se presenta frecuentemente en América Latina", dice el
profesor de la Universidad de Princeton.
Pero que sorprende
más en Estados Unidos.
"A los
estadounidenses no les gusta admitirlo, pero la clase social se está volviendo
una prisión para la gente, debido al efecto de los barrios en determinar
nuestra suerte. Nuestra tasa de movilidad social está rezagándose frente a la
de otros países industrializados", dice Massey.
"En Estados
Unidos nos gusta pensar que cualquier persona puede ir a cualquier lado
basándose en sus talentos y habilidades. Pero cada vez más esto no es el caso.
El talento y la habilidad se ven constreñidos cuando la gente está atrapada en
ambientes segregados", apunta el investigador.
¿Cuánto cuesta vivir
en un barrio pobre?
Vivir en uno de
estos ambientes segregados significa frecuentemente asistir a escuelas
deficientes, estar lejos de las oportunidades laborales y cerca de los focos de
violencia de nuestras ciudades.
La investigación de
Massey y Rothwell cuantifica el promedio de lo que un estadounidense en
promedio deja de ganarse si vive en un barrio pobre de ese país.
Encuentra que
perderá cerca de US$900.000 a lo largo de su vida comparado con lo que recibe
en ingresos su equivalente en un barrio acomodado.
Preocupantemente,
ven este problema como una tendencia en aumento.
"A medida que
la distribución de ingreso se ha hecho más desigual, también viene ocurriendo
lo mismo con la distribución de los barrios. La concentración de la riqueza y
la pobreza ha aumentado. Los barrios pobres se han vuelto más pobres, y se ha
vuelto más difícil escapar al estatus socioeconómico de la pobreza",
indica Massey.
Por lo que incluso
en Estados Unidos, nacer y crecer en un barrio pobre cada vez más determina la
suerte de las personas que no consiguen mejorar sus condiciones muy temprano en
sus vidas.
Fuente:BBC.com
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