Carlos “Candindo” Mateo: del silbato a la formación de sueños en San Cristóbal

San Cristóbal, Por Julio César García. – “Aquí se respira fútbol” fue una frase que acuñamos en los inicios de la LDF para resaltar con la pasión y entrega que en nuestro municipio se vive este deporte y uno de los nombres que más fuerte suena cuando se habla de entrega, pasión y compromiso es el de Carlos Mateo, mejor conocido como “Candindo”. Su historia es la de un hombre que nació bajo los tres palos como portero, se reinventó en los terrenos como árbitro y que hoy escribe una nueva página de amor al deporte desde la formación de jóvenes talentos.

Candindo alcanzó la cima del arbitraje dominicano, siendo juez de la Liga Dominicana de Fútbol y responsable de dirigir varias finales de gran nivel. Sin embargo, lejos de conformarse con ese prestigio, decidió que su verdadera misión estaba en otro lado: sembrar futuro a través del balón.

En el polideportivo de San Cristóbal lidera un proyecto que no se limita a entrenar jugadores, sino que busca formar ciudadanos ejemplares. “El fútbol me lo dio todo; ahora me toca devolverle algo a mi gente”, suele decir con la convicción de quien ve en cada niño una oportunidad de cambiar la historia.

Su exigencia es clara: quien quiera vestir sus colores y aprender bajo su tutela debe comprometerse no sólo con el deporte, sino también con la educación. El balón y los libros, juntos, como fórmula de éxito.

El pasado sábado 23 de agosto, Candindo volvió a demostrar que su proyecto se sostiene en hechos, no palabras. En un gesto cargado de sensibilidad, entregó útiles escolares a varios niños de escasos recursos que forman parte de su escuela. Ese día, además de sonrisas, repartió esperanza: la certeza de que alguien cree en ellos y los acompaña en su camino.

Candindo es, sin dudas, un ejemplo vivo de superación personal. Su trayectoria prueba que los sacrificios pequeños pueden producir grandes cambios. Hoy, mientras muchos lo recuerdan por el silbato que impartía justicia en los estadios, él prefiere que lo reconozcan por algo mayor: ser arquitecto de futuros en San Cristóbal.