Subscribe Us

Servio Uribe, un quijote que sigue cargado de sueños, ruiseñor que se hizo águila


San Cristóbal, Por Julio César García.
– En una apacible tarde de domingo mientras visito un amigo, una persona interrumpe la amena conversación para notificar, “el general Uribe quiere verlo”, la cara de mi amigo cambia del carácter formal de la conversación a una sonrisa casi cómplice al responder, “hazlo pasar, que venga”.

Ante nosotros avanza con paso lento, pero firme Servio Uribe, una leyenda viva de nuestro municipio y el teatro dominicano, saluda con voz firme, aunque respetuosa, y nosotros nos quedamos mirando y admirando una figura a la que admiramos y respetamos siempre a la distancia.

Este destacado actor y declamador dominicano se une a la conversación que ahora cambia para girar en torno a su persona, (no podía ser de otra manera), poco a poco nos va contando su vida en el San Cristóbal de la era de Trujillo, su trabajo como telefonista de la central que estaba instalada en la segunda planta del edificio donde hoy funciona el correo, de ese día en el que Johnny Abbes García llamó a Trujillo y al no querer identificarse, decidió no pasar la llamada, de ese “Y ahora yo qué hice” que escuchó de Trujillo cuando le dijo que Abbes García le llamaba.


El general Uribe ahora es solo Servio Uribe, un hombre añoso al que le sobra el humor y quien nos indica que para conservar la garganta hay que aprender a hablar usando el diafragma, que reconoce que ha vivido y que dice “no sé guardar rencor a nadie”.

Servio Uribe ingresó a la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) en 1959, donde se graduó como actor dramático. Además, obtuvo una licenciatura en Arte Dramático en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD) y estudió Finanzas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), así como Diplomacia en la Universidad Católica Santo Domingo.

Sobre su formación profesional nos cuenta que no quiso ser diplomático porque no le gusta hablar mentiras y en la diplomacia se miente en nombre de toda una nación. Su paso como profesor de la academia militar le ha servido para aprender a hablar el idioma militar y reconoce que “es un idioma muy distinto”.

Conocido por su carácter fuerte es imposible no ver en sus ojos la ternura de un hombre que se desvive por enseñar y que tiene la capacidad de usar un tono recto para la corrección y al segundo siguiente hacer un chiste o emplear algún juego de palabras que te hacen ver su verdadera cara.

A lo largo de su carrera, ha sido profesor en la ENAD, impartiendo materias como Esgrima, Expresión Corporal, Dicción, Cuerpo y Voz, Actuación e Historia del Teatro Dominicano. También ha sido instructor de Artes en la Academia Militar de las Fuerzas Armadas. En 1967 fundó Calíope, una agrupación dedicada a la poesía coreada y el teatro, con presentaciones en países como Puerto Rico, México, Costa Rica, Cuba, Venezuela y Estados Unidos.

Sobre Calíope nos cuenta de sus inicios, de esas primeras presentaciones, de la cantidad de jóvenes sancristobalenses que se dedicaban a estudiar, tanto el teatro como la poesía, nos nombra a sus amigos y compañeros contemporáneos que dedicaron sus años de juventud a cultivar las artes y nos habla sobre Fradique Lizardo y todo lo que hizo para dar a conocer nuestro folklor.

Como actor, ha participado en numerosos montajes, y como director ha puesto en escena obras importantes como Edipo Rey, Miel Amarga, Yerma, Bodas de Sangre y La Casa de Bernarda Alba.

Servio Uribe ha sido una figura clave en el desarrollo del teatro dominicano, dejando un legado profundo en la formación de actores y en la creación de montajes innovadores. Su mayor impacto ha sido a través del Grupo Teatral Calíope, que ha llevado el teatro y la poesía coreada a escenarios nacionales e internacionales.

“Sufro de ácido viejúrico” nos cuenta entre risas mientras nos muestra su disgusto por cómo se ha degradado la educación escolar dominicana, por cómo se ha ido apartando a la juventud de los eventos culturales y entonces hace una pausa para hablarnos de nuevos proyectos y actividades que piensa tienen que ser implementadas en San Cristóbal, a sus 80 y tantos sigue con la ilusión intacta.

Publicar un comentario

0 Comentarios