San Cristóbal, Por Julio César García. –Existen personas que no caben en la sociedad de hoy, sociedad que con altas y con bajas ha logrado poco a poco reconocer los valores, el aporte y el derecho igualitario que tiene que existir entre el hombre y la mujer.
Concebir en el caso de la
mujer va más allá de conservar un cigoto, llevarlo hasta su etapa de maduración
fetal y traerlo al mundo para dar continuidad a la raza humana, es un acto de
alto riesgo donde se juega su propia vida a cada momento y es además el mas
profundo acto de amor que se puede encontrar en este mundo.
El hecho de ser mujer como tal,
es un motivo para que todos los hombres hagamos un acto de reconocimiento ante
el ser que nos da la vida (si es creyente entonces acepta que es instrumento creado
por Dios para dar continuidad a la especie humana), tanto el evolucionismo como
el cristianismo colocan a la mujer como centro de la vida del ser humano.
Los pulpitos siempre han sido
lugares desde donde se ejerce el poder de forma vertical, ninguna horizontalidad
es posible cuando quien tiene poder y lo ejerce, también se encuentra colocado
por encima de sus semejantes de forma literal.
El ejercicio del poder es uno
de los ejercicios que requiere mayor sabiduría y si vemos el libro de Job encontramos:”
Con
Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.”,
Capitulo 12, verso 13., luego entonces uno puede esperar que los que dicen
representar a Dios, sean sabios al ejercer el poder.
Cuando encontramos expresiones
como “A los ochenta años hay que pensar muchas cosas”, y luego seguir diciendo “estamos
en la concentración número sesenta y uno y como la número sesenta fue clave,
tenemos una cantidad de suvenir disponibles, gorras, poloche”, debemos
reflexionar sobre el orador.
Colocarse en el puesto más
alto del escenario, para desde allí ejercer de vendedor de mercaderías, no
corresponde a una persona que es considerado como líder de una facción religiosa
capaz de reunir más de treinta mil personas en un estadio, esto nos permite identificar
con facilidad que estamos ante un octogenario con graves fallas estructurales
en sus pensamientos.
“El que se va detrás de la porquería,
en porquería se convierte, se fueron detrás de la basura, en basura se
convirtieron”, esta fue una de las expresiones más aplaudidas durante la
presentación del pastor Ezequiel Molina, para explicar cuando en las escrituras
de Jeremías 2:5 dice: “Así dice el SEÑOR: «¿Qué injusticia vieron en mí sus
antepasados que se alejaron tanto de mí? Se fueron tras ídolos sin valor y en
algo sin valor se convirtieron.”
El señor Molina se pregunta: “¿Cuál
es la causa de hombres verdugos, por qué hay tantos hombres malos, no nacieron
del vientre de una mujer, no fueron enseñados, criados o instruidos por una
madre mujer?; ¿Qué les enseño su madre a esos verdugos?, son preguntas, ¿Por
qué el aumento del crimen callejero, por qué tanta delincuencia?, las respuestas
son más preguntas que usted se debe hacer y responder, ¿Sabe por qué está
pasando todo esto, sabe porque el aumento del crimen callejero y la delincuencia,
quién está educando a nuestros hijos, quién ha educado a los jóvenes del siglo
XXI?”, a lo que se responde que el culpable es el materialismo, “el culpable de
todo, afán de progreso”, para continuar explicando que “papá y mamá están obligados
a producir más ingresos, para darle buena alimentación a sus hijos, para tener
techo seguro, para pagarles buenos colegios y universidades, para comprarle
celulares y tabletas.” Mostrando como fallos de los padres trabajar y en
consecuencia estar ausentes de los hogares.
Criticó el hecho de que la sociedad aplauda noticias como la que salió hace una semana donde se destaca que las mujeres representan el 53% de la fuerza laboral en la República Dominicana. Otra noticia a la que se refirió es la que dice que las exportaciones lidereadas por mujeres crecen un 27%, para concluir diciendo que en su experiencia de más de 70 años: “Yo he visto que detrás de cada mujer exitosa en los negocios y en las empresas, detrás de cada mujer exitosa lo más probable es que haya un hogar descuidado”.
Estas declaraciones distan
mucho de hacer justicia a los grandes esfuerzos, que durante tanto tiempo han
realizado las mujeres tratando de mejorar la calidad de vida de los componentes
de las distintas sociedades a las que han pertenecido, analizar el rol de la
mujer desde una óptica eminente y evidentemente machista reduce la calidad de
quien se sitúa en un pulpito que debe reivindicar a los mas vulnerables.
Con sus declaraciones el señor
Molina coloca a las mujeres como las de mayor responsabilidad en el cuido del
hogar y la educación de los hijos, al tiempo que carga sobre ella la mayor
responsabilidad en los actos delictivos que ocurren en nuestra sociedad.
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