San Cristóbal, Por Julio César García. – La realización del bien debería ser el propósito fundamental de la existencia humana. Practicar la bondad en sus múltiples manifestaciones debe convertirse en una aspiración colectiva, especialmente en tiempos inciertos como los actuales. Estos momentos nos llaman a cuidar lo que es común, lo que pertenece a todos ya lo que todos tenemos derecho: los bienes naturales y culturales que sustentan nuestra identidad y equilibrio.
Entre esos bienes se encuentra
el Monumento Natural Reserva Antropológica Cuevas de Borbón, también conocido
como Cuevas del Pomier. Este extraordinario conjunto de más de 50 cuevas está
ubicado en el paraje Pomier, en el municipio de San Cristóbal, y representa un
patrimonio invaluable para República Dominicana y el Caribe.
Un tesoro natural y cultural
en San Cristóbal
La flora de esta reserva
incluye 248 especies de plantas vasculares, de las cuales 207 son nativas y 12
son endémicas de la Isla Española, lo que resalta su singularidad. Además, el
área alberga 31 especies de aves, entre ellas 4 endémicas.
La riqueza natural se combina
con un legado cultural excepcional: al menos 30 de las cuevas contienen más de
4.000 pictografías y petroglifos, atribuidos a las culturas indígenas Igneri y Taína.
Por su valor histórico y arqueológico, estas cuevas son consideradas la capital
prehistórica de las Antillas y un testimonio invaluable de las raíces de
nuestra región.
Una visita que refuerza el compromiso ambiental
Este lunes 25 de noviembre, un
grupo de autoridades y ciudadanos, liderados por el Dr. Gustavo Vegara, experto
internacional en cuidado ambiental y CEO de la Fundación Metrópoli, visitó las
cuevas para reafirmar la importancia de su preservación. Durante la jornada, el
Dr. Vegara escuchó a expertos locales como el espeleólogo Domingo Abreu, el
ambientalista Dr. Manuel Nina y el defensor de las Cuevas del Pomier, José
Corporán, quienes explicaron las amenazas que enfrenta esta área protegida.
La visita contó con la participación de figuras destacadas, como la gobernadora de San Cristóbal, Lic. Pura Casilla, la presidenta del consejo de administración de EGEHID, Dra. Rosa Ysabel Ruiz, y el director provincial de Medio Ambiente, Dr. Fredy Montero. También asistieron el arquitecto Gustavo Lara Tapia, el activista comunitario Pablo Estévez, Enmanuel Garabitos, director de Sostenibilidad Ambiental de Loyola, el activista Ico Abreu, y el gerente de comunicaciones de EGEHID, Miguelin Rodríguez, entre otros. La cobertura mediática estuvo a cargo de periodistas y reporteros gráficos.
Amenazas y la urgencia de
actuar
A pesar de su valor
incalculable, las Cuevas del Pomier enfrentan amenazas graves debido a la
explotación de minas de cal en las márgenes de su zona de amortiguamiento.
Estas actividades no solo ponen en peligro el ecosistema local, sino que
también afectan la biodiversidad, alteran el equilibrio ambiental y amenazan la
integridad de las cuevas, esenciales para la supervivencia de las especies que
las habitan.
Preservar este monumento
natural no requiere un esfuerzo monumental, sino el compromiso colectivo de
ciudadanos, autoridades y empresas para detener la explotación irresponsable y
adoptar prácticas sostenibles. La solución está en nuestras manos: trabajar
juntos para garantizar que este tesoro permanezca intacto para las generaciones
futuras.
El llamado del bien común
Proteger las Cuevas del Pomier
no es solo un acto de conservación ambiental, sino una responsabilidad moral
con nuestra herencia cultural y con el equilibrio del planeta. Cada acción que
tomemos para defenderlas será un paso hacia el cuidado de lo que nos pertenece
a todos. Es el momento de convertirnos en guardianes de este legado y asegurar
que las voces de las comunidades, de los expertos y de la naturaleza sean
escuchadas.
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