San Cristóbal, Por Julio César García. - La salud colectiva debe ser un tema que nos concierna a todos por igual. La falta de atención y prevención ha convertido el sistema cloacal del municipio de San Cristóbal en una grave amenaza para la salud pública. La proliferación de aguas negras en las calles representa un riesgo latente que afecta a la población más vulnerable: niños, ancianos y personas con condiciones de salud preexistentes, quienes son los más expuestos a enfermedades infecciosas que se transmiten a través de estos desechos.
La situación que enfrentamos
no es solo una cuestión de incomodidad o de higiene, es una crisis que debe ser
atendida de manera urgente. Un claro ejemplo de esta problemática se observa en
la intersección de las calles Gregorio Luperón y Río Piedras, donde los vecinos
han denunciado la presencia constante de aguas residuales que fluyen
libremente.
Este problema, que se suponía
estaba resuelto, ha reaparecido, dejando a estas vías inundadas de excrementos.
Lo más alarmante es la pasividad con la que se ha abordado esta situación, pues
el peligro sanitario que representa no parece recibir la atención necesaria de
las autoridades competentes.
El grupo MALESPIN, había anunciado la construcción de infraestructura clave como reactores anaeróbicos, clarificadores y edificios de pretratamiento. Sin embargo, la realidad demuestra que estas soluciones no han sido suficientes para erradicar el problema. La planta de tratamiento de aguas residuales que tanto se ha prometido aún requiere de intervenciones estructurales significativas, y la falta de acción refleja una preocupante ausencia de voluntad política para enfrentar este desafío.
Es esencial que entendamos que
la inversión en infraestructura sanitaria no es un lujo ni una obra de
embellecimiento urbano, sino una necesidad vital para garantizar el bienestar
de la población. La salud colectiva está directamente vinculada a la calidad de
los servicios públicos, y el manejo adecuado de los desechos es uno de los
pilares fundamentales.
No podemos permitir que este
problema continúe siendo ignorado bajo el pretexto de que es una inversión que
“no se ve”. Lo que sí se ve es el impacto que tiene en la vida diaria de miles
de ciudadanos, quienes enfrentan un entorno insalubre que los expone a
enfermedades como el dengue, la leptospirosis, o infecciones gastrointestinales
graves.
Por tanto, alzamos la voz en
nombre de San Cristóbal para exigir una solución inmediata y sostenible a este
problema. Las autoridades deben priorizar el tema de las aguas negras, no solo
como un compromiso con la infraestructura, sino como una obligación para
proteger la salud de todos.
0 Comentarios