« conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Juan:8,32.
San Cristóbal, 14/06/2024. - En la actualidad, nos encontramos inmersos en una época donde la verdad se ha vuelto un concepto flexible, moldeable según el interés y la conveniencia de quien la enuncia.
Esta manipulación de la
verdad, o mejor dicho, su sustracción, se ha convertido en un fenómeno común y
alarmante. A diario, políticos, comerciantes, estudiantes y profesores
participan en este juego de tergiversaciones, logrando objetivos que muchas
veces van más allá del simple entendimiento humano.
La Manipulación de la
Información
El problema radica en que
vivimos en una sociedad donde la verificación de la información se ha vuelto
una tarea secundaria, o incluso inexistente, antes de que esta sea servida al
público. Las noticias y declaraciones se difunden sin el necesario contraste de
fuentes, creando un ambiente propicio para que la verdad sea sustituida por
construcciones falaces. Estas falacias, aunque carentes de una base real, son
presentadas y aceptadas como si fueran hechos irrefutables.
Los Intereses Ocultos Tras la
Desinformación
Esta sustracción de la verdad
no es un acto inocente. Políticos utilizan esta estrategia para manipular la
opinión pública y consolidar su poder. Los comerciantes se aprovechan de ella
para engañar a los consumidores y aumentar sus ventas. Los religiosos acomodan
textos, capítulos y versículos a sus antojos para lograr influir en sus
feligeses. Incluso en el ámbito académico, se observa cómo algunos estudiantes
y profesores manipulan datos y teorías para obtener reconocimiento o justificar
ciertas posturas.
La Construcción de Realidades
Convenientes
Uno de los aspectos más
peligrosos de esta práctica es que la verdad, en su forma original, es
reemplazada por argumentos que no corresponden a una realidad objetiva. En lugar
de reflejar lo que realmente ocurre, estos argumentos están diseñados para ser
convenientes en el momento, ajustándose a los intereses de quien los promueve.
Esta construcción de realidades alternativas crea una distorsión profunda en
nuestra percepción del mundo y de los eventos que nos rodean.
Consecuencias de la
Sustracción de la Verdad
La sustitución de la verdad por falacias tiene consecuencias graves. En primer lugar, erosiona la confianza en las instituciones y en el conocimiento. Cuando la veracidad de la información se pone en duda constantemente, la sociedad se vuelve cínica y desconfiada. En segundo lugar, afecta la toma de decisiones. Decisiones basadas en información falsa pueden tener repercusiones desastrosas a nivel político, económico y social. Finalmente, dificulta el diálogo y la comprensión entre individuos y grupos, ya que cada uno puede estar operando bajo diferentes "verdades".
La Necesidad de una
Verificación Rigurosa
Para combatir este fenómeno,
es esencial fomentar una cultura de verificación rigurosa de la información.
Medios de comunicación, educadores y líderes de opinión tienen la
responsabilidad de contrastar datos y fuentes antes de difundir cualquier
declaración. Además, es fundamental que el público desarrolle un sentido
crítico y una capacidad para discernir entre lo verdadero y lo falso.
En conclusión, la sustracción
de la verdad y su sustitución por falacias construidas es un desafío ético y crítico
de nuestra era. Reconocer esta manipulación y trabajar activamente para
promover la veracidad y la objetividad en la información es crucial para
mantener la integridad de nuestra sociedad y la confianza en el conocimiento.
Solo a través de un esfuerzo colectivo por valorar y proteger la verdad
podremos superar este fenómeno y construir un futuro más honesto y
transparente.
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