¿Por qué desaparecen los nombres de nuestras abuelas?
San Cristóbal,14/04/2024. - En la trama de los apellidos latinoamericanos yace una historia que refleja el peso del patriarcado. La tradición de priorizar el apellido paterno sobre el materno no es solo una elección arbitraria, sino una manifestación de estructuras sociales arraigadas. Este artículo explora cómo esta práctica afecta a las mujeres y a la narrativa familiar, así como los esfuerzos por desafiarla y promover la igualdad de género.
Orígenes y significado: Desde
tiempos coloniales, la configuración de los apellidos ha sido moldeada por las
normas y leyes patriarcales impuestas por la colonización española. En este
sistema, el apellido paterno era considerado el más importante, asociado con la
herencia de tierras y títulos nobiliarios. Esta tradición se ha arraigado en la
sociedad latinoamericana, perpetuando una visión de la herencia centrada en la
línea masculina.
Impacto en las mujeres: La
práctica de otorgar solo el apellido paterno a los hijos tiene un impacto
significativo en las mujeres y su identidad. Las abuelas, con sus propias
historias y legados, se ven relegadas al olvido cuando sus apellidos maternos
desaparecen en la narrativa familiar. Esta invisibilización refuerza los roles
de género tradicionales, donde la contribución de las mujeres se subestima y se
desecha.
El impacto en las familias: Imagina
la historia que se pierde cuando solo recordamos la mitad de nuestros
ancestros. Las abuelas, con sus propias historias y legados, se ven silenciadas
en la narrativa familiar. Esto afecta no solo a las mujeres en sí, sino también
a las generaciones futuras que pueden perder la conexión con sus raíces
maternas.
Movimientos de resistencia y
cambio: Sin embargo, hay signos de cambio en el horizonte. Movimientos sociales
y cambios legales están desafiando esta práctica arraigada. Algunos países han
comenzado a promover un enfoque más equitativo, donde se incluyan ambos
apellidos de los padres. Estos esfuerzos buscan no solo reconocer la
importancia de la herencia materna, sino también promover la igualdad de género
en la sociedad.
Los apellidos son más que
simples etiquetas; son portadores de historia, identidad y legado. Al
cuestionar las tradiciones arraigadas en el patriarcado y abogar por un cambio
en la configuración de los apellidos, estamos dando un paso hacia una sociedad
más justa e igualitaria. Es hora de honrar plenamente la contribución de
nuestras abuelas y reconocer la importancia de la herencia materna en la
construcción de nuestra identidad colectiva.
Los apellidos no son solo
palabras escritas en documentos, sino también vínculos con nuestra identidad y
herencia. Debemos trabajar para lograr una sociedad donde tanto el apellido
paterno como el materno sean igualmente reconocidos y valorados. Solo entonces
podremos honrar completamente nuestra historia y nuestras raíces familiares.
En muchos países
latinoamericanos, la práctica de dar solo el apellido paterno a los hijos sigue
siendo la norma predominante.
La inclusión de ambos
apellidos de los padres en documentos oficiales es vista por muchos como un
paso hacia la equidad de género y el reconocimiento de la herencia materna.
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