Maryland, Estados Unidos. - En el más importante encuentro anual del movimiento conservador en EEUU, el presidente de El Salvador expuso sus políticas contra las pandillas y alertó sobre el peligro que pueden enfrentar otros países.
El presidente de El Salvador,
Nayib Bukele, recibió una bienvenida de estrella de rock el jueves en una
reunión conservadora en las afueras de Washington cuando instó a la gente a
“luchar sin pedir disculpas” contra lo que llamó “fuerzas oscuras”.
Se trata de la Conferencia
anual de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés). Allí
Bukele dijo al público que tomaran a El Salvador como advertencia y relató que
las pandillas tomaron el control de su país y de la sociedad hace décadas, por
lo que, afirmó, era necesaria una lucha para arrestar a los criminales y
destituir a los jueces corruptos.
“El próximo presidente de
Estados Unidos no sólo debe ganar una elección, debe tener la visión, la
voluntad y el coraje para hacer lo que sea necesario y, sobre todo, debe ser
capaz de identificar las fuerzas subyacentes que conspirarán contra él”, evaluó
el mandatario centroamericano dirigiéndose al público en un inglés que se dio
cita en el National Harbor, en Maryland, a las afueras de la capital del país.
"Estas fuerzas oscuras ya
se están apoderando de su país", remató.
La conferencia de cuatro días
también tiene como invitado al nuevo presidente de Argentina, el populista de
derecha Javier Milei. Está previsto que el argentino hable el sábado, el mismo
día en que el expresidente Donald Trump pronunciará el discurso principal.
De izquierda a derecha: Juan
Orlando Hernández, expresidente de Honduras; Daniel Ortega, presidente de
Nicaragua; Nayib Bukele, presidente de El Salvador. Reuters.
Hace casi dos años, Bukele
declaró la guerra a las pandillas. Hasta ahora ha detenido a más de 76.000
salvadoreños en su intento por romper la cadena de violencia que ha asolado al
país durante décadas. Sus políticas cuentan con un amplio apoyo y, a principios
de este mes, ganó la reelección para un segundo mandato de cinco años.
Bukele ha sido criticado
porque muchos de los arrestos han sido realizados con poca evidencia o acceso
al debido proceso, y grupos de derechos humanos han documentado abusos
generalizados que no se habían experimentado desde la guerra civil del país,
ocurrida entre 1980 a 1992.
En un momento de su
intervención, Bukele dijo que fueron necesarios 50 años, dos guerras, 250.000
muertes, un tercio de la población desplazada “y casi un milagro para recuperar
nuestro país”. Alguien entre la multitud gritó: “¡Y tú!”
El presidente salvadoreño
salió del lugar bajo los vítores del público entre y otras muestras de apoyo.
“Tener a un hombre inteligente
como presidente realmente hace la diferencia”, dijo Nallely Gutiérrez Gijón,
quien logró tomarse una foto con Bukele. "Está decidido como un
autoritario a acabar con la corrupción, pero gobierna con mano de hierro".
[Con
información de The Associated Press]
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