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En una democracia sin propuestas diferentes, solo la ética nos puede salvar


San Cristóbal. -
El panorama político dominicano es uno de los mas particulares de toda el área de las Américas, dentro de nuestro modelo político no existen las ideologías como centro de acción de los partidos que aspiran a dirigir la nación por los próximos cuatro años.

Aquí no se distingue izquierda de derecha, centro izquierda de centro derecha, social democracia de comunismo, como tampoco se puede distinguir entre propuestas viables y metas alcanzables de las simulaciones propias de nuestros candidatos.

La única y real diferencia entre nuestros partidos tiene que buscarse en otros ámbitos, y lo más cercano a lo deseable es lo ético, lo moralmente correcto y es aquí donde podemos ver algunas diferencias entre quienes compiten por manejar la nación.

¿Por qué la ética?

A nivel teórico y conceptual, la ética tiene como objetivo establecer un modelo correcto de comportamiento. Esto implica la inclusión de normas y valores que, en un contexto determinado, pueden servir como criterio para evaluar.

Hoy en día, la ética se relaciona con lo que es lícito y bueno, y se diferencia de lo que es ilegal e inmoral.

En el ámbito profesional, la ética se vincula a la deontología, que es una forma "institucionalizada" de ética. Aquí, la transgresión de las normas éticas no solo se considera moralmente incorrecta, sino que también conlleva consecuencias punitivas.

Redescubrir la importancia y el verdadero significado de la ética humana en nuestra sociedad actual, en la que tendemos a ser más flexibles sobre lo que es aceptable o no, puede ser un paso decisivo para nuestro crecimiento moral.

La palabra "ética" está fuertemente asociada a veces con doctrinas filosóficas que tienen poca relación con nuestra vida cotidiana, por eso es necesario revisar su sentido práctico y utilidad.

Mantener una conducta ética no se trata solo de seguir normas de comportamiento, sino de tomar una decisión basada en el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Esta elección facilita el bienestar personal y colectivo.

Estamos en una lucha que tiene solo dos elecciones posibles, regresar a vivir en un país sin la presencia de normas éticas en la administración pública o continuar tratando de mejorar la correcta aplicación de las normas éticas en nuestra nación.

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