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San Cristóbal, 6/09/2023.- El
dominicano común no se atreve a decir las cosas tal como son cuando estas
afectan los intereses de los ricos, sean empresarios, políticos o cualquier
tipo de delincuentes de los que abundan en nuestra nación.
Los periodistas y
comunicadores en sentido general abordan algunos casos con la intención de
alertar a la población sobre el turbio origen de muchas fortunas y el oscuro
proceder de algunos funcionarios, pero siempre o casi siempre guardando una
sospechosa distancia.
Hablar en este país abiertamente
de funcionarios corruptos, de generales narcotraficantes, ladrones y violadores
esta limitado al ejercicio oculto de las breves reuniones en barberías, lugares
de bebidas y partidas de dominó.
Asumir riesgos no es el
deporte que se mas se practica en una sociedad donde expresiones como “recuerda
que tu no eres de acero” o “cualquier día uno aparece con la boca llena de
moscas” han logrado sus objetivos de atemorizar a quienes desde distintos
puntos quisieran disparar sus verdades.
Ayer en un ejercicio valiente,
escaso y muy esporádico el Doctor Guillermo Moreno se refirió a parte de los
componentes de la alianza opositora como carne de presidio “En la llamada
alianza opositora abunda gente que es verdadera “carne de presidio”, y si están
libres, es por la debilidad mostrada en la persecución de la corrupción. ¡Qué
vergüenza!”.
El miedo al poder económico de
una clase política que se ha enriquecido robando debe tener sus horas contadas,
se hace necesario que la población en un ejercicio democrático exponga de forma
clara y concisa quienes son o han sido ladrones, depredadores del erario
publico y no solo se reclame que lo robado sea devuelto, también que definitivamente
se vete a estos malandrines de participar de nuevo en nuestra vida política.
Este miedo junto con la complicidad
de quienes mueven los hilos de la justicia les sigue dando vigencia publica y política
a quienes usaron y usan sus puestos públicos para enriquecerse a costa de la
educación, la salud, la seguridad, la alimentación y el desarrollo de la
nación.
El poder del pueblo es
infinito y es la única salida que tenemos para salvarnos, es tiempo de arrimarnos
los hombros y un ejercicio ciudadano eliminar de nuestro escenario político a
todos esos ladrones y corruptos que no nos han permitido ser el país que todos
y todas soñamos, “Solo el pueblo salva el pueblo”.
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