San Cristóbal, Por Leonardo Cabrera Diaz. - Las encuestas constituyen instrumentos de estudios de vital importancia para toda actividad comercial, empresarial, asà como, en los campos cientÃficos, salud, económicos, polÃticos y otros aspectos para establecer preferencias y comportamientos de un determinado conglomerado social o poblaciones en sentido general.
En lo que concierne a la polÃtica,
estas muestran resultados de estrategias puestas en marcha emitiendo las alertas
para corregir los errores y las debilidades encontradas, asà como optimizar y
fortalecer los aciertos para la consecución de las metas y objetivos
programados en torno a un candidato x.
Las encuestas refieren una
fotografÃa del momento por lo que, los porcentajes de posicionamientos arrojados
hoy, bien pudieran variar en las preferencias del electorado, en una próxima
medición.
Todo dependerá de las tácticas y artimañas del dÃa a dÃa de
la campaña proselitista, es decir, de la constancia del trabajo, de algún hecho
fortuito, que favorezca o revierta simpatÃas en uno u otro sentido.
Por ejemplo, tomar decisiones desafortunadas,
en la selección de candidatos, sean estas, por imposiciones económicas,
alianzas, pactos o nepotismo, obviando o dejando de lado, simpatÃas y espacios
ganados a base de trabajo y dedicación de otros aspirantes de sus partidos, provocarÃa
serias dificultades, que pudieran reflejarse, no quizás, en las encuestas, pero
si, en los resultados electorales.
Una de las grandes debilidades
de este proceso electoral en nuestro paÃs, y muy especial en San Cristóbal, es
que una gran parte de los aspirantes o candidatos a cargos electivos en todos
los partidos, no cuentan, ni provocan simpatÃas o seguidores reales más allá de
las fronteras de los grupos o tendencias
de sus organizaciones partidarias, y requieren de mayor proyección en
otros segmentos de la población.
Es decir, carecen de propuestas
ciertas, y están faltos de esa aura cautivadora, de esa palabra contrato o
creÃble, de ese aval o compromiso que
garanticen las esperanzas de algo mejor, que inspiren e inviten a la población
a acudir confiada y entusiasmada a las urnas para depositar sus votos.
La selección equilibrada y
bien pensada del ajedrez de candidatos a presentar en las boletas de los
partidos, evitarÃan sorpresas desagradables para sus propósitos, a sabiendas,
de cómo se mueven las piezas en el tablero, y que una mala jugada, los pondrÃa en
jaque mate y manos arriba en las grandes encuestas con padrón abierto y sin
maquillajes a celebrarse en febrero y mayo del 2024.
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