Sin un buen febrero, mayo es difícil

Por Leonardo Cabrera Diaz, San Cristóbal, 29/05/2023.- El tercer domingo de febrero del 2024, los dominicanos acudiremos a nuestra primera cita con las urnas en ese año para elegir mediante el voto a los alcaldes, y Regidores, encargados de Distritos y Vocales, de todos los municipios del país.

Igual haremos el tercer domingo de mayo, cuando elegiremos al presidente y vicepresidente de la Nación, así como a los legisladores de la república, (senadores y diputados), y representantes parlamentarios de organismos internacionales, en boletas separadas e independientes, según lo establece el artículo 209 de nuestra Constitución.

 Esta situación hará que los partidos políticos se vean precisados a presentar boletas electorales conformadas con ciudadanos y ciudadanas probos, cuyas figuras tengan muy poca o ninguna tasa de rechazo por parte población, y como decimos en un lenguaje llano y sencillo “candidatos que no tengan cola que le pisen”.

Puesto que, los resultados de las elecciones municipales de febrero del 2024, bien podrían marcar la tendencia, y tener un efecto dominó en favor del partido que lograse una mayoría aplastante o muy significativa cuando el pueblo acuda a sufragar por los candidatos presidenciales, vicepresidenciales, senadores y diputados en mayo de ese mismo año.

Y es que recuperarse para quien no tenga un buen febrero, sería muy cuesta arriba, porque   dispondría de poco tiempo para ello, y vendrían las acusaciones y contra acusaciones entre los perdedores y muchos se quedarían sentados y otros, probablemente abandonen el barco en busca de mejor suerte, cosa ésta, que no debe extrañar a nadie, porque ejemplos hay de sobra.  

La presentación de una buena boleta electoral a nivel municipal en febrero, es decir, la escogencia de un excelente candidato alcaldes y de Regidores potables, reviste y tiene una importancia capital y de esto, están conscientes los partidos políticos que tendrán que hilar fino y manejarse con mucho tino, porque una mala oveja puede hacer perder todo el rebaño.

Sin un buen febrero, mayo es enteramente difícil