Irán. - El futbolista de primera división, Amir Nasr-Azadani, ha sido condenado a muerte por su participación en las protestas a favor de los derechos de las mujeres en Irán.
El jugador de 26 años ha sido condenado por “enemistad con Dios”, un delito que implica ser inmediatamente condenado a pena de muerte. Esta pena capital ha sido ya aplicada a otros dos jóvenes activistas iraníes, ambos manifestantes de 23 años que fueron ejecutados la semana pasada.
Organizaciones internacionales como Humans
Right Watch están ya alertando de la “peligrosa escalada” de las ejecuciones.
La Federación de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) también ha pedido a las
autoridades iraníes que supriman la condena.
“FIFPRO
está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista
profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de
hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su
país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su
castigo”, señaló el sindicato en un comunicado.
El
ex jugador del Rah-Ahan, el Tractor y el Gol-e Rayhan, de 26 años, ha sido
acusado por el régimen iraní de un delito llamado ‘moharebeh’, es decir, ‘enemistad
con Dios’, según informó IranWire; este conlleva la ejecución en la horca, una
pena que ya sufrieron el joven Mohsen Shekari y el luchador Majid Reza
Rahnavard, ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas
acusaciones que Amir Nasr-Azadani, todo tras un juicio sin garantías.
También
la UE y EE. UU. han condenado los hechos alegando que los juicios a los que se
sometieron los condenados “fueron una farsa”. Denunciamos este trato draconiano
firmemente.
Estas
duras sentencias y ahora la tercera ejecución pública, persiguen intimidar al
pueblo iraní, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
De
momento, diez jóvenes activistas más están a la espera de ser condenados a la
misma pena.
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