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¿Qué es el empaquetado sostenible?
El embalaje, empaquetado o packaging sostenible es el envoltorio que se usa para envolver o proteger un producto y que está fabricado con un material ecológico, esto es, renovable, reciclable y reutilizable. Por otro lado, también están cobrando fuerza los envases compostables. Se trata de envases que contienen productos relacionados con la alimentación y que se descomponen en el suelo como compost orgánico benigno para el entorno. Como podemos ver, el empaquetado sostenible se ha vuelto muy importante en estos últimos años y esto es solo el principio, ya que va a estar boca de todo el mundo durante la presente década. Es la revolución del embalaje ecológico.
El
Gobierno de coalición de España está elaborando un Real Decreto que establecerá
que las frutas y verduras tendrán que venderse sin envases de plástico en todos
los negocios minoristas a partir del año 2023. Con esta medida se plantea como
objetivo disminuir la contaminación provocada por plásticos mientras se impulsa
en mayor medida la compra a granel.
¿De qué se hace el embalaje
sostenible?
Los
empaquetados sostenibles se fabrican a partir de materiales que han sido
reciclados como el plástico HDPE o PET o envases de cartón. Una vez se han
separado adecuadamente los materiales para su reciclaje, estos se pueden
trocear, convertir en pulpa o fusionarlos para poder volver a crear nueva
materia prima para fabricar otros productos. La dificultad radica precisamente
en los plásticos, ya que mientras que el cartón puede conservar la calidad de
sus propiedades, mientras que las bolsas
o botellas de polietileno se pueden reciclar un número reducido de veces antes
de tener que enviarlos definitivamente al vertedero.
¿Qué es el embalaje
compostable?
Uno
de los materiales sostenibles que más éxito está teniendo es el denominado como
PLA (almidón), una sustancia que es compostable en su forma industrial, así
como otros materiales que se crean a partir de celulosa, pero también de
materiales orgánicos y vegetales. Estos envases compostables se usan para empaquetados
que efectúan el mismo uso que los packagings de plástico, pudiendo utilizarse
para embalar alimentos y otros productos frágiles, así como también para crear
cubiertos y otros utensilios que suelen ser desechables.
Gracias
a los últimos adelantos en tecnología, las películas de estos envases tienen un
rendimiento y propiedades muy parecidas al del plástico estándar, ya que como
consecuencia de sus componentes orgánicos, se puede tener la certeza de que se
degradarán en el compost de una forma beneficiosa. Gracias al respeto por el
medioambiente y su rendimiento inigualable, los envases compostables se han
convertido en las estrellas de los embalajes sostenibles.
Compostaje vs reciclaje. ¿Cuál
es la mejor opción?
Mientras
que el 89% de los consumidores están preocupados por los residuos de envases,
el 78% creen que los envases compostables son la mejor solución para los
residuos plásticos y el 79% considera que se debería fomentar los envases
compostables sobre el reciclaje. No obstante, solo en 2021, el volumen de
envases flexibles utilizados en todo el mundo alcanzó los 31,5 millones de
toneladas mientras que, en 2018, se estimó que solo el 23 % del total de
películas de plástico se envió a reciclar. De este modo podemos concluir que la
gran mayoría de los embalajes de alimentos tienden a convertirse en basura.
Por
ello en la actualidad existe un debate entre el compostaje y el reciclaje y
sobre cuál de ambos formatos se acabará imponiendo en el futuro. A favor de los
envases compostables se encuentra el hecho de que al estar formados de material
biodegradable tienen un fin de vida programado que acabará en contenedores de
compost para transformarse en un suelo rico en nutrientes para retornar al
planeta. Además, los envases compostables también pueden servir como transporte
de residuos orgánicos.
¿Cómo seguirá creciendo el
embalaje sostenible?
En
este sentido, explican desde empresas productoras de este tipo de envases, las
ventajas sobre el reciclaje en cuanto a embalajes para alimentos son claras y
rotundas. Pero, ¿qué sucede con todos los productos que se están fabricando hoy
con plástico y otros materiales? En este sentido el reciclaje y el lema de «las
tres Rs» son indispensables. No obstante, entre las desventajas del reciclaje
es que no funciona realmente con el plástico, al tener unas propiedades que le
hacen perder calidad en el proceso.
Por
otro lado, el reciclaje supone un proceso extenso en el tiempo que además de
consumir mano de obra, también consume energía. Se necesita una gran infraestructura
para la industria del reciclaje, en el que se usan camiones y maquinarias que
consumen electricidad y combustible. Además, estos envases reciclados no pueden
estar en contacto con alimentos, por lo que se deben mezclar a veces con
materiales nuevos, lo que supone un proceso contraproducente.
Por
ello todo apunta a que los envases sostenibles del futuro serán compostables y
biodegradables, y al mismo tiempo con propiedades que les hagan igual de útiles
que los envases de plástico. Y mientras este cambio se produce, las iniciativas
como las que ha puesto sobre la mesa el Gobierno de coalición de España para
prohibir el embalaje en plástico la fruta y verdura serán, sin duda, las que
obligarán a la industria y consumidores a realizar la transición ecológica. De
esta forma, podremos entregar a los que vienen detrás un mundo igual o mejor al
que nos han regalado a nosotras y nosotros.
Fuente:
https://www.companias-de-luz.com/noticias-de-luz/embalaje-sostenible-la-tendencia-a-seguir-en-2023/
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