Imagen: Fuente externa
La
idea de gastar miles o incluso millones de dólares para comprar una
"tierra" ficticia en un mundo virtual puede sonar absurda.
Pero en los últimos meses hemos visto significativas inversiones en terrenos virtuales dentro del metaverso.
La
consultora Price Waterhouse Coopers se encuentra entre las últimas firmas en
entrar en el mercado inmobiliario de The Sandbox, una de las plataformas de
mundos virtuales en las que la gente puede socializar, jugar o acudir a
conciertos.
PwC
pagó una suma que podría ser considerable, aunque la cantidad final no fue
desvelada.
Otra
persona compró recientemente por US$450.000 una parcela de tierra en
Snoopverse, un mundo virtual que el rapero Snoop Dogg está desarrollando dentro
de The Sandbox.
Mientras
tanto, Metaverse Group, una empresa de bienes raíces enfocada en la economía
del metaverso, compró supuestamente un terreno en Decentraland, otra plataforma
virtual, por US$2,43 millones.
Repasemos
qué es el "metaverso", porque probablemente hayas escuchado mucho el
término cuando Facebook cambió su marca a Meta en octubre de 2021.
Otras
compañías, como Nike y Microsoft, también han anunciado que se lanzarán a este
espacio.
El
metaverso describe una visión de un mundo virtual 3D conectado, donde los
mundos real y digital se integran utilizando tecnologías como la realidad
virtual (VR) y la realidad aumentada (AR).
A
este universo virtual se podrá acceder a través de dispositivos como gafas de
realidad virtual o realidad aumentada y aplicaciones para teléfonos
inteligentes.
Los
usuarios se encontrarán y se comunicarán a través de avatares digitales,
explorarán nuevas áreas y crearán contenido.
La
idea es que el metaverso se desarrollará para convertirse en un espacio virtual
colaborativo donde podamos socializar, jugar, trabajar y aprender.
Ya
existen varios metaversos, por ejemplo, en plataformas de juegos virtuales como
The Sandbox y mundos virtuales como Decentraland.
De
la misma manera que un sitio web es parte de la red mundial 2D más amplia, los
metaversos individuales formarán un metaverso conectado más grande.
Es
importante destacar que, como en el mundo real, es y será cada vez más posible
comprar cosas en el metaverso, incluidas las propiedades inmobiliarias.
El dinero del metaverso
Las
transacciones en el mundo virtual generalmente se realizan utilizando
criptomonedas.
Aparte
de las criptomonedas, los tokens no fungibles (NFT) son el método principal
para monetizar e intercambiar valor dentro del metaverso.
Un NFT es un activo digital único.
Aunque
son principalmente elementos de arte digital (como videos, imágenes, música u
objetos 3D), hay muchas cosas que pueden considerarse NFT, incluidas las
propiedades virtuales.
En
plataformas como OpenSea, donde la gente compra e intercambiar NFT, ahora hay
terrenos o incluso casas virtuales.
Para
garantizar que los bienes raíces digitales tengan valor, la oferta es limitada,
un concepto en economía llamado "valor de escasez".
Por
ejemplo, Decentraland se compone de 90.000 piezas o "parcelas" de
tierra, cada una de aproximadamente 15,5 metros por 15,5 metros.
Ya
estamos viendo ejemplos en los que el valor de los inmuebles virtuales está
aumentando.
En
junio de 2021, un fondo de inversión en bienes raíces digitales llamado
Republic Realm supuestamente gastó el equivalente a más de US$900.000 para
comprar una parcela en Decentraland.
Según
DappRadar, un sitio web que rastrea los datos de ventas de NFT, fue la compra
más cara de terrenos NFT en la historia de Decentraland.
Sin
embargo, como sabemos, en noviembre de 2021, el Grupo Metaverse compró su
terreno en Decentraland por US$2,4 millones.
El
tamaño de esta compra fue en realidad más pequeño que el anterior: 116 parcelas
de tierra en comparación con 259 compradas por Republic Realm.
Pero
no solo la plataforma Decentraland está registrando furor por las compras.
En
febrero de 2021, Axie Infinity (otro mundo de juegos virtuales) vendió nueve de
sus parcelas de tierra por el equivalente a US$1,5 millones, un récord, dijo la
compañía.
Pero
tan solo unos meses después, en noviembre de eses mismo año, vendió otra
parcela por US$2,3 millones en noviembre de 2021.
Aunque
parece que los precios están subiendo es importante reconocer que la inversión
inmobiliaria en el metaverso sigue siendo extremadamente especulativa.
Nadie
puede estar seguro de si este auge es la próxima gran inversión o la próxima
gran burbuja.
¿Para qué compran?
Dejando
a un lado los incentivos financieros, es posible que se pregunte qué harán
realmente las empresas y las personas con sus propiedades virtuales.
Por
ejemplo, la compra realizada por el Grupo Metaverse se llevó a cabo en el
recinto de moda de Decentraland.
Según
el comprador, el espacio se utilizará para albergar eventos de moda digital y
vender ropa virtual para avatares, otra área potencial de crecimiento en el
metaverso.
Aunque
los inversores y las empresas dominan este espacio por ahora, no todos los
bienes raíces del metaverso costarán millones.
Pero, ¿qué podría ofrecerle
ser propietario de un terreno virtual?
Si
compra una propiedad física en el mundo real, el resultado es tangible: un
lugar para vivir, para tener seguridad, para recibir a familiares y amigos.
Aunque
las propiedades virtuales no proporcionan refugio físico, existen algunos
paralelismos.
Al
comprar bienes raíces virtuales podría construir en ellos.
O
puede elegir una casa ya construida que le guste.
Puede
personalizarla con varios objetos (digitales).
Puede
invitar a amigos y visitar los hogares virtuales de otras personas también.
Esta visión aún es lejana.
Pero,
aunque parece completamente absurdo, debemos recordar que hubo un tiempo en el
que la gente tenía dudas sobre el potencial de internet y más tarde de las
redes sociales.
Los
tecnólogos predicen que el metaverso madurará hasta convertirse en una economía
en pleno funcionamiento en los próximos años, además de una experiencia digital
sincrónica tan ligada a nuestras vidas como lo están ahora el correo
electrónico y las redes sociales.
Esta
es una extraña fantasía hecha realidad para alguien que fue jugador en una vida
anterior.
Hace
algunos años, una versión más joven de mi conciencia me decía que dejara de
perder el tiempo jugando videojuegos.
Que
volviera a estudiar y a concentrarme en mi vida "real".
En
el fondo, siempre tuve el deseo de ver los juegos superpuestos con la vida
real, al estilo Real Player One.
Ahora
siento que esta visión se acerca cada vez más.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-59943794
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