La Restauración Dominicana fue una guerra librada entre República Dominicana y España de 1863 a 1865. Esta tenía como objetivo que la nación caribeña lograra su emancipación del antiguo imperio español.
El 18 de marzo de 1861 el presidente Pedro Santana anexó la República Dominicana a España convirtiendo al país dominicano en una provincia española.
La nación se encontraba en
banca rota producto de guerras independentistas, quienes llevaban los hatos
solo obtenían pérdidas, en medio de la grave crisis económica algunos creyeron
que la anexión pondría fin a tantos problemas y que esto impulsaría una nación
más próspera, pero no resultó así.
El 2 de mayo de 1861 un grupo
de dominicanos se reveló en contra de las autoridades españolas en el poblado
de Moca tomando el cuartel militar para luego ser atrapados y fusilados la
misma noche por órdenes del mandatario dominicano Pedro Santana.
Un mes y medio después de la
anexión, el prócer Francisco del Rosario Sánchez penetró al país desde Haití
con la finalidad de derrocar al Gobierno español, pero también fue atrapado y
fusilado.
Tras dos años del dominio
español, las medidas administrativas no mejoraron la situación económica y hubo
una segregación tal que los mejores puestos de trabajos públicos eran para los
españoles, a esto se une el trato despectivo por parte de las autoridades
españolas a los dominicanos.
La devaluación de la moneda
pese a la administración española hacía más pobre al país, y a esto se une los
impuestos que tenían que pagar los criollos por concepto de importación de las
mercancías españolas, hecho que provocaba pérdidas monetarias para muchos
comerciantes locales.
Un líder dominicano de nombre,
Santiago Rodríguez, se aprovechó del descontento que reinaba en la población y
planificó una conspiración que fracasó por falta de preparación dominicana.
El 16 de agosto de 1863 un nuevo grupo de líderes iniciaron una ofensiva plantando una bandera en Santiago que implicaba el inicio de la guerra liberadora, lucha a la que se unieron todos los campesinos de la región.
En la provincia de Santiago se
levantó tal ofensiva de donde surgió el comandante Gregorio Luperón, quien
reorganizó las fuerzas de lucha brindando al pueblo dominicano las energías
necesarias para continuar hacia la libertad.
Tras la fuerte lucha
emprendida por la parte ciudadanos dominicana el 7 de septiembre de 1863 se
formó el denominado grupo restaurador, que tenía como objetivo reestructurar y
reconstruir el Gobierno Dominicano sin tutela extranjera.
El presidente Santana se
enfrentó en la localidad de Arroyo Bermejo al ejército restaurador, pero fue
derrotado, de esta manera se vio obligado a regresar a Santo Domingo, este
hecho marcó el estancamiento de la guerra.
El 15 de mayo de 1864 un nuevo
gobernador de España rearmó a la agrupación española y contraatacó, pero fueron
detenidos por la ofensiva dominicana.
Tras intentos fallidos por
parte de los españoles de recuperar el control, 1865 con las tropas españolas
dominando solo Santo Domingo el gobernador, José de la Gándara, solicitó a la
reina española permiso para negociar la derrota, autorización que le fue
concedida causando que las tropas extranjeras abandonaran el país caribeño.
Ya para el 10 de julio de 1865
las tropas dominicanas ingresaron triunfantes a la ciudad capital terminando
con ello la guerra de la Restauración de República Dominicana y logrando su
emancipación.
Campesinos sin formación
militar, gente armada de valor, machetes y palos lograron la mas grande de las
hazañas bélicas jamás pensadas, derrotar un ejercito imperial y reclamar la
libertad por segunda vez de nuestra República Dominicana, único país que ha
librado y ganado dos guerras de independencia.
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