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Rafael Puello y Marcial Báez, publican sus reflexiones poéticas IN MEMORIAM a nuestros amigos


San Cristóbal. –
Este dolor que nos une y desgarra ha encontrado entre nosotros dos voces que llenan de consuelo las almas de nuestro pueblo, ellos son Rafael Puello (Rafelito) y Marcial Báez, ellos que han sabido contar y cantar a nuestra belleza hoy nos llaman a la reflexión sobre la vida, la amistad y el cariño en dos propuestas que considero vale la pena compartir con ustedes hoy.

Por Rafael Puello, IN MEMORIAM

NO SOY YO, SON LOS OTROS

Se miraban a ritmo de merengue

Una canción que alegraba sus almas

A coro tarareaban canciones

Entre dramas, risas y lágrimas

Que bella es la vida clamaba uno

Y otro a su amada abrazaba

Aniversario de bellos recuerdos

De su boda glamorosa sin tacha

Unión perfecta de ellos

Y un jaleo le identificaba.

El mundo parecía pequeño

En este mundo con tacha

En un instante en que todos

Compartirían la misma causa:

Un destino manifiesto

Auscultados entre paredes y techos

La música resonaba

Parecían canciones del cielo

Y una voz muy limpia cantaba

Una armonía que unía

A todos el que allí estaba.

El amigo que allí frecuentaba

Como siempre feliz estaba

Dejando a un lado la rutina

Que a diario le fatigaba

En una noche con tregua

Sin saber que le esperaba.

Oh, sufrimiento el que siento

La vida no vale nada,

Cuando el otro no ve

La construcción de su casa

Con tantos inquilinos buenos

Que visitan su morada.

Ahora estoy perdido

De repente me aplastan

Ni siquiera un suspiro

Para contar lo que me pasa

¡Mi amada! No la veo

Y el merengue que sonaba

Se perdió en mis oídos

Y el ritmo que bailaba.

No soy yo, son los otros

Y no saben lo que pasa

Espero que muy pronto

Al visitar mi morada

Me expliquen ¿qué paso?

Porque no supe nada.

 

ABRILES QUE DUELEN/ Marcial Báez.

Hay abriles que duelen, calándote el alma, muy adentro, un tropel de lágrimas, te cercena la calma.

Este abril a borbotones, en un instante aplastó la alegría, se apoderó de sueños, de tiernos amores, convirtiéndolos en nada.

Abriles que duelen, desprendiendo la piel, en heladas madrugadas, calcinándote por dentro, amargándote la esperanza.

En este abril fulminante, las sombras nos acorralan, solo asfixiantes quejidos, por aquí, por allá, la incertidumbre crece, la desesperación nos abrasa.

Hoy, este abril turbulento, se ha llevado cientos de almas, nos arropa la tristeza, nos comprime, nos infarta, nos aferramos a la oración, a la solidaridad desbordada.

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