San Cristóbal, Por Julio César García. - Entre enero y noviembre de 2024, República Dominicana recibió US$9,752.5 millones en remesas, una cifra que subraya la relevancia del migrante dominicano en la vida cotidiana del país. En 2022, este aporte alcanzó casi los US$10 mil millones, consolidándose como una fuente crucial de financiamiento externo.
Estas remesas tienen un
impacto directo en el consumo, la inversión y el sustento de los sectores más
vulnerables, actuando como un motor económico que impulsa el desarrollo y la
estabilidad.
Sin embargo, a pesar de su
incuestionable influencia, persiste en nuestro vocabulario un término que
merece ser replanteado: Dominicano Ausente. Este calificativo no refleja la
realidad del dominicano que migra en busca de mejores oportunidades, porque,
lejos de estar ausente, está más presente que nunca en nuestra economía,
cultura y vida social.
La ausencia implica
desconexión o falta de participación, pero el dominicano que vive fuera del
país no sólo participa activamente en la economía nacional, sino que también se
involucra emocional y socialmente en el día a día de su comunidad de origen.
Sus aportes no sólo enriquecen nuestra economía, sino que su sacrificio y
esfuerzo deberían ser reconocidos y exaltados como pilares de la sociedad
dominicana.
Un dominicano siempre presente
El dominicano migrante se
mantiene atento a lo que ocurre en el país, especialmente en su comunidad
natal. Es quien llama al primo para ofrecer consejos, al amigo para darle el
pésame, o al vecino para mantenerse al tanto de los acontecimientos locales.
Desde la distancia, es el que paga la inscripción y la mensualidad del colegio
de un niño que apenas conoce su rostro, pero que sabe que es “hijo de Juana” y es
el que financia competencias deportivas y manda los tenis al sobrino.
Lejos de ser una figura
ausente, el migrante demuestra su presencia de forma tangible y constante. En
momentos de crisis, como desastres naturales o conflictos, este dominicano no
sólo mantiene su apoyo, sino que lo incrementa, mostrando un nivel de
compromiso que trasciende fronteras.
Más Que Remesas: Aportes
Humanos y Sociales
Las remesas, aunque cruciales,
son sólo una parte del legado de quienes emigran. También traen consigo
conocimientos, experiencias y valores que enriquecen nuestra cultura y
sociedad. Este dominicano actúa como embajador de nuestras tradiciones y, al
mismo tiempo, como puente para el intercambio cultural y económico con otros
países.
Por todo esto, el término
Dominicano Ausente debería ser reemplazado por uno que honra su verdadera
contribución. Hablemos de Dominicanos Presentes, porque están aquí, en cada
proyecto financiado, en cada familia que progresa gracias a su apoyo, y en cada
rincón del país donde su presencia se siente.
1 Comentarios
Excelente artículo, los dominicanos que viven fuera se llevaron la Patria en los bolsillos, en el pecho, en el alma, siento. A veces pienso que son mas dominicanos que los que no nos hemos ido, sufren, y se alegran con nuestros logros y avances.
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