Santo Domingo, Por Julio César García. - En una final intensa de la Copa Mundial Femenina Sub-17, Celia Segura adelantó a España al minuto 61, luego de una jugada iniciada por Pau Comendador, quien demostró su habilidad por la banda derecha. Sin embargo, Jon Il Chong empató para Corea del Norte al minuto 66, en un gol que requirió una extensa revisión de cuatro minutos antes de ser validado por el cuerpo arbitral.
España mantuvo el control del
juego, con un 52% de posesión y 460 pases intentados (349 completados), en
comparación con los 246 pases de Corea (147 exitosos). A pesar de los esfuerzos
ofensivos de ambas selecciones, el partido se resolvió desde el punto de
penalti, donde las coreanas se impusieron 4-3.
Este triunfo posiciona a Corea del Norte como la selección más exitosa en la historia de la categoría, superando a España con su cuarto título mundial. El equipo ha demostrado una consistencia notable en competiciones juveniles, gracias a su estrategia defensiva sólida y una capacidad para aprovechar los contragolpes, lo que ha sido clave para su éxito a lo largo del torneo.
El campeonato de 2024 no solo
fue importante por el juego en la cancha, sino también por el contexto que lo
rodeó. Se convirtió en una plataforma significativa para el desarrollo del
fútbol femenino en la República Dominicana, atrayendo multitudes históricas y
destacando la pasión local por este deporte.
Por ejemplo, el torneo
estableció un récord de asistencia con 13,535 espectadores, una cifra sin
precedentes para cualquier selección nacional femenina dominicana. Además, el
evento ofreció una oportunidad invaluable para que jugadores emergentes se
presenten en un escenario global, enriqueciendo aún más el legado del torneo.
El dominio de Corea del Norte y el ascenso de otras selecciones juveniles muestran cómo el fútbol femenino sigue evolucionando y diversificándose a nivel mundial, con nuevos talentos que emergen de diversas regiones, cada una aportando su estilo único al deporte. Esta edición en suelo quisqueyano ha dejado una marca duradera, tanto en términos de la calidad del fútbol como del crecimiento del deporte femenino en el Caribe. y una marca de asistencia a una final con 18,410 fanáticos.
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