Francia, Paris, Por Julio César García. – En el marco de las competencias olímpicas, la atención de la República Dominicana se centra unánimemente en la carrera de los cuatrocientos metros planos femeninos, donde compite la oriunda de Don Gregorio, Nizao, Marileidy Paulino. Y las razones sobran.
Marileidy es, sin dudas, la
representación más genuina de una generación que marcó la transición entre el
siglo pasado y este. Cuando concluían los noventas e iniciaba el dos mil,
Marileidy cumplía cuatro años. En ese entonces, ni ella ni su apartada
comunidad, sin asfalto y con techos de zinc, podían imaginar que estaba
destinada a reivindicar a la mujer campesina dominicana. A esa edad, su mundo
solo giraba en torno a jugar.
Su incursión en el atletismo
fue un tanto tardía. Sus primeras incursiones serias en el deporte fueron en
balonmano, pero estaba destinada a algo más grande. Así, buscando nuevas
emociones y retos, se inició en el atletismo. Hoy, Marileidy posee la marca
nacional, es doble medallista olímpica y campeona mundial.
Los Juegos Olímpicos de París son el escenario donde Marileidy compite en esta ocasión. La madrugada de hoy, ha regresado a la pista y ha despejado cualquier duda posible sobre su calidad y determinación. Marileidy no solo busca marcar una diferencia, sino también reivindicar a nuestras mujeres.
Hoy, el deporte y el pueblo
dominicano están de pie ante la "gacela latinoamericana", la más
grande atleta que ha dado la República Dominicana. Cada corazón dominicano,
alrededor del mundo y todo aquel que siente esta patria como suya ha soplado hasta París para llevar en el aire a
nuestra campeona hasta la meta. Marileidy ha terminado su prueba en primer
lugar, con un tiempo de 49.42 segundos.
A partir de su clasificación de hoy, Marileidy se convierte también en la esperanza de todo un continente que espera esa medalla de oro olímpica para una atleta que ha logrado trascender por su calidad y convertirse en la "gacela de Latinoamérica".
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