San Cristóbal, 22/05/2024.- Para avanzar es necesario conocer la dirección en la queremos ir, esto no es una tontería, es un principio tan obvio que muchas veces lo dejamos de lado y pasamos de él.
Estas pasadas elecciones
congresuales y presidenciales dejaron claro que en el espacio político dominicano
existen muchas oportunidades de mejora y reflexión para los partidos del
sistema, sobre todo para los más tradicionales.
Lo primero a tomar en cuenta
es la falta de motivación de los votantes, un tema que tiene que ser abordado
de forma urgente por todos los partidos, si bien las elecciones municipales traían
la coletilla de ser por tradición las de mayor abstención, lo ocurrido en estas
elecciones de mayo es altamente preocupante.
Elecciones Presidenciales 2024:
La abstención fue del 45.63% (Diario Libre).
Elecciones Presidenciales
2020: La abstención fue del 44.70% (Diario Libre).
Elecciones Municipales 2020:
La abstención fue del 50.87% (Listín Diario). 53.33% (Noticias Yahoo!).
Elecciones Generales 2016: La
abstención fue del 30% (El Nacional).
Elecciones Generales 2012: La
abstención fue del 29.44% (Listín Diario).
Elecciones Generales 2010: La
abstención fue del 47.47% (Listín Diario).
Elecciones Generales 2008: La
abstención fue del 29.72% (Listín Diario).
Elecciones Generales 2006: La
abstención fue del 41.7% (Listín Diario).
Elecciones Generales 2004: La
abstención fue del 25.55% (Listín Diario).
Elecciones Generales 2002: La
abstención fue del 47% (Listín Diario).
Estos datos sugieren un
desafío significativo para la legitimidad y representatividad de las
autoridades municipales electas, ya que una participación baja puede indicar un
apoyo limitado de la población hacia las políticas y programas que estos
dirigentes desean implementar.
Después de pasadas las
elecciones es buen tiempo para que los estrategas políticos comiencen a diseñar
los planes que reviertan esta marcada actitud de apatía de gran parte de la
población a acudir a las urnas.
Algunos hablan de legislar
para obligar a votar, sin embargo, lo que debe ser, es que la ciudadanía vea en
los políticos que aspiran a puestos electivos verdaderos representantes de sus
intereses, anhelos y sueños por realizar.
La democracia tiene que
retornar a sus origines de ser el poder del pueblo.
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