San Cristóbal, 21/04/2024.- El sector Moscú de este municipio tiene muchas historias, sobre todo respecto a las malas experiencias de una gran parte de sus residentes cuando las lluvias inundaban sus casas y eran portada en los medios nacionales. Sin embargo, en sus calles, entre sus vecinos, hay miles de historias de superación. Una muy conocida es la de Daurin Muñoz, raso de la policía nacional, conocido como el "sueldo cebolla".
Quinto de seis hermanos, de
los cuales uno falleció, desde muy joven mostró su inclinación por los estudios
como forma de progresar. A pesar de tener algunas habilidades para los
deportes, su pasión era más para comentarlos que para practicarlos. Por eso,
estudió comunicación social y se inclinó por el área de los deportes.
Daurin asumió costearse sus
estudios a través de su servicio como policía, buscando no representar una
carga económica para su familia. Dado que su padre había sido policía, decidió
ingresar al llamado "cuerpo del orden". Logró ser aceptado y sus primeras
sorpresas llegaron cuando, asignado a un servicio nocturno, le enviaron a
retirar su arma reglamentaria. Un joven sin experiencia, inocente de la
telaraña que se había tejido en nuestra policía, pasa al departamento a buscar
lo que hasta el momento entendía le correspondía.
Al pedir su arma
reglamentaria, le preguntaron: "¿A qué hora llegó, raso?". En ese
momento, solo atinó a decir: "Llegué temprano". En lugar de recibir
el arma, le enviaron a sentarse y esperar. Fue así como vio que otros que
llegaban, cuando les preguntaban por la hora, su respuesta venía acompañada de
una cantidad de dinero que correspondía en miles a la hora que respondían.
Allí, sin dinero, supo que esa
policía necesitaba ser sacudida totalmente si se quería hacer algún cambio.
Siguió esperando los días hasta que pudo reunir unos 4 mil pesos y, de nuevo,
ante el superior jerárquico al recibir la pregunta, respondió a las cuatro.
Entonces, como por arte de magia, apareció su arma reglamentaria.
En la calle, patrullando,
escuchaba cada minuto la queja de sus compañeros respecto al trato que recibían
de sus superiores y el mísero sueldo que no les alcanzaba a fin de mes. Las
quejas de los descuentos, de los servicios difíciles cuando no se pasaba algo a
los superiores, y entendió que tenía que hacer algo.
Fue así como, un día en 2016, ya siendo comunicador social además de policía, decidió realizar un video donde explicaba lo que en ese momento llamó "el sueldo cebolla". El contenido era simple: Daurin, vestido de policía, mostraba un baucher donde se reflejaba el sueldo que ganaba un raso policial en ese momento. Este video impactó de inmediato y el atrevimiento no fue perdonado.
Pocos días después de
realizado el video, Daurin fue dado de baja de la uniformada y sus compañeros
reprendidos por aspirar a vivir más dignamente. Esta acción permitió, por otro
lado, que el video tomara más fuerza en las redes y que sus excompañeros le
mostraran todo el apoyo y reconocieran su valor como persona decidida a decir
lo que a ellos se les prohibía.
En ese entonces, Daurin
comenzó a recibir mensajes de apoyo, pero también otras denuncias, quejas,
notas donde otros policías le decían que harían videos ellos, que les ayudara,
que ellos también querían dar a conocer otras situaciones, otros abusos. Daurin
tuvo que enfrentar otras situaciones que se desprendían de su afán de buscar
cambios y mejoras para sus compañeros.
Desde muchos puntos se
buscaron formas para anularlo, para sacarlo de los medios, para silenciarlo. Al
ver la repercusión de aquel video, se encendieron las alarmas y desde el poder
buscaron apartarlo de toda actividad pública.
Le levantaron expedientes, lo encarcelaron, pero la verdad pudo vencer y Daurin siguió su camino de exigencias para lograr dignificar la vida de los policías. Antes del período electoral del 2020, el entonces aspirante a la presidencia, Luis Abinader, se comprometió a, si ganaba, dignificar la vida de los policías para que ya no existieran más sueldos cebolla. Hoy, en el 2024, un policía dominicano está ganando unos 29 mil pesos, además de otros beneficios.
La reforma policial sigue en marcha y poco a poco se está logrando desaparecer todo el entramado corrupto que ha caracterizado esa institución, gracias en parte a un joven del barrio Moscú que un día decidió que había llegado la hora de hacer algo distinto para obtener resultados diferentes: Daurin Muñoz, sueldo cebolla.
Hoy tiene dos profesiones,
comunicador social y abogado, mientras cursa una maestría en Gestión Pública y
Gobernanza en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es un orgullo de la
juventud dominicana, una muestra viva de que los hombres pueden hacer grandes
cambios cuando se lo proponen.
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