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La Psicología Política: La Permanencia de las Afiliaciones Partidistas a pesar de la Evidencia


San Cristóbal. -
La lealtad política es un fenómeno intrigante que a menudo desafía la lógica. Aunque se presenten datos irrefutables de corrupción o malas prácticas por parte de un partido político, muchos individuos se aferran obstinadamente a sus afiliaciones.

Esta aparente paradoja puede encontrar su explicación en la profunda naturaleza tribal de los seres humanos, donde la supervivencia y la pertenencia son consideradas más cruciales que la búsqueda inquebrantable de la verdad.

La teoría de la psicología política sugiere que las personas tienen una propensión inherente a formar parte de grupos, identificándose fuertemente con ellos para satisfacer la necesidad básica de pertenencia. La afinidad hacia un partido político se convierte en un componente vital de la identidad personal, creando una conexión emocional que va más allá de las políticas y se arraiga en la necesidad de pertenecer a una comunidad.

Esta lealtad se vuelve tan arraigada que enfrentarse a información negativa sobre el partido puede percibirse como una amenaza a la propia identidad, desencadenando resistencia y rechazo de datos objetivos.

Investigaciones en psicología social respaldan esta teoría al demostrar que las personas tienden a favorecer la información que confirma sus creencias preexistentes y a evitar aquella que las desafía.

El psicólogo social Jonathan Haidt, en su obra "The Righteous Mind", explora cómo nuestras creencias políticas y morales están arraigadas en la naturaleza tribal de la humanidad. Haidt argumenta que la lealtad a grupos es una parte fundamental de nuestra evolución y que las decisiones políticas son impulsadas más por la emoción y la identidad que por la razón pura.

Además, la investigación en neurociencia cognitiva respalda la idea de que las creencias políticas están estrechamente vinculadas a la identidad personal. Estudios sobre la toma de decisiones y el procesamiento de información muestran que las emociones desempeñan un papel crucial en la formación y persistencia de creencias políticas. La obra "The Political Brain" de Drew Westen ofrece una perspectiva detallada sobre cómo las emociones, más que los datos racionales, influyen en las decisiones políticas y en la resistencia al cambio de opinión.

 

En conclusión, la resistencia a cambiar de partido político a pesar de evidencias de corrupción se puede entender a través de la lente de la psicología política y la necesidad inherente de pertenencia y supervivencia. Este fenómeno plantea desafíos importantes para la comunicación efectiva en el ámbito político, destacando la importancia de abordar no solo los aspectos racionales, sino también las conexiones emocionales arraigadas en la identidad de los individuos.

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