Mural del artista mexicano Roberto Márquez
San Cristóbal, 19/08/2023.- A raíz
de lo acontecido en San Cristóbal el pasado 14 de agosto 2023 y viendo toda la
tristeza que ha invadido los corazones de nuestra ciudad algunos escritores y
poetas han decido sacar su dolor como homenaje a quienes han sido afectado
directamente por estas explosiones.
La idea de esta publicación corresponde a Belkis M. Marte quien desde su sensibilidad ha motivado que se haga publico el sentir poético en estos tristes momentos, “Debe el cantor ser luz, sobre los campos, iluminando siempre, a los de abajo.”, Horacio Guarany.
Estruendo
8/14/23
Un rugir desgarró mi pueblo
tumbando vidas como ramas
secas.
El dolor cubrió los corazones
y un humo negro atardecer
nos apretó en un abrazo
de hombros caídos.
La tristeza se mudó en las
almas.
Quisimos cerrar puertas y
ventanas,
pero la impotencia nos ató las
fuerzas.
La tragedia pasó rasgando
calles.
Hizo un zumo de cemento,
hogares, carros, calles,
gente.
Colección de escombro que se
incrustó en cada alma de mi
pueblo.
A la distancia le alcanzó el
grito de huesos
mordiendo la boca de los
perros
que escarbaban las ruinas
de vidas deshechas.
La obra se elevó como peldaños
que detonan en estallido de
fuego
que da envidia al infierno
del que hablan los ancestros.
Observo la angustia que se
palpa
en los rostros desolados de mi
pueblo.
Descubren la ausencia de
cuerpos de padres,
hermanos, amigos,
vecinos y desconocidos
en espera de encontrar
a sus dolientes.
El viento se elevó,
recogió las almas que flotaban
para pasearlas por su pueblo
en una despedida triste
de color grisáceo.
De los ojos rebosaban fuentes
de dolor.
Reafirmo que el infierno
en ocasiones nos contempla
desde lejos,
pero, muchas veces el maldito
se atreve a visitarnos.
Belkis M. Marte
Cuantificando adioses,
al pueblo de San Cristóbal
De repente la muerte revienta
en medio del pulso de la
ciudad
y el silencio carnal de los
amantes
se fractura inconcluso contra
la pared,
San Cristóbal suda fuego y
humo
en el despavorido pandemonio
de la explosión;
cuerpo a cuerpo cuantificamos
adioses,
empatamos heridas como aves
acotejando nidos después de la
tormenta
y nos ungimos de llanto,
ese torrente de lágrimas
lavando dolor ajeno,
así como la lluvia renueva los
caminos
e inyecta verdor al bosque de
los cielos.
Diógenes Abreu
14 de agosto de 2023
New York
Clamor Quisqueyano.
Se aturde hoy mi silencio,
por el ulular profundo
del eco de la soledad.
Ondas de inclemencia
estremecen sin cesar
las montañas de mi destierro,
el valle de mi esperanza
se está inundando de miedo.
Se ha desplomado sin aviso
previo
el cielo de la templanza,
¡Ha destrozado mi alma!
de la torre donde habitaba la paz
tan solo ha quedado
el terraplén de la agonía.
Ola de sangre, polvo y humo
negro,
Onda expansiva, tornado de la
muerte.
¿se habrá repetido la historia
de
Nagasaki o Hiroshima?
¿O habrá llegado hasta San
Cristóbal
el magma del Vesubio?
¡Aun no lo sé, no lo entiendo…
mi musa está muy triste,
mi pluma se estremece y
sangra,
mis versos lloran.
Ambición desmedida, tragedia
provocada,
obreros descalzos,
desarropados y hambrientos,
nunca se enteraron de que la
muerte llegaría
al sangrar el sol de una tarde
forrada de alaridos.
Una vez más el desconsuelo
toca las puertas de mi
quietud,
llegó enredado entre ráfagas
de misterio,
ha desenterrado los temores ya
pasados
ha dejado mi corazón sangrante
y se ha marchado por la misma
senda
que hoy está llegando el
tormento.
¿Y de tu futuro qué?
¡Oh, San Cristóbal querida!
Quisiera confiar en las
pesquisas
pero el pasado me intimida,
el rencor se ha invitado solo.
la melancolía se ha hecho
diosa
en los prados de mis
sentimientos,
porque de tu ego soberbio,
de tu esplendor vespertino
¡Oh, San Cristóbal del alma!
tan solo ha quedado, la
catarsis
de estos versos de tristeza.
José Reyes.
Cuando sopla la tristeza
Que espeso se ha vuelto todo
el aire
Que cruza en esta tarde la
padre Ayala
Que triste sopla la brisa
desde el Nigua
Hasta el negocio de las
empanadas
Que dolor atraviesa medio
pueblo
Viendo volar los ángeles, con
sus alas quemadas.
Que visita maldita a nuestras
calles
Muerte que te has llevado
tantos sueños
Tanta sangre tirada en las
cunetas
Dolor que entre nosotros
tienes dueño.
Siento el olor de los gritos
ahogados
Entre el espeso humo de este
lunes
Almas que gritan llenas de
temores
Despedidas y adioses
ensartados
Y este eterno sufrir que nos
consume.
Dolor y desespero hay en tus
calles
La gente corre loca entre el
peligro
Las sirenas ahogan esos gritos
Mientras el humo ahoga los
latidos
Tragedia, entre el cemento y
los ladrillos.
Julio Cesar García
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