San Cristóbal, 11/06/2023.- Mientras corría Marileidy Paulino en busca de la gloria en Paris, en la cama de un hospital se debatía entre la vida y la muerte la profesora Yesenia Rodríguez, Yesenia había sido atleta, había competido y obtenido medallas en Taekwondo, también era egresada del programa Docentes de Excelencia y a esa hora luchaba la más grande de sus batallas.
Nuestra sociedad atrapada en
este dataísmo moderno y esta comunicación instantánea, vibró, gozó hasta el éxtasis
durante estos 49.12 segundos, que marcó la nativa de Don Gregorio y que la
consagra como la mas importante atleta dominicana de todos los tiempos,
mientras los familiares de Yesenia pedían, suplicaban, clamaban por el milagro que
le permitiera seguir viva.
Esos segundos que le daban la
gloria a Marileidy Paulino apartaban del plano terrenal a nuestra otra heroína local,
a nuestra maestra, a nuestra deportista Yesenia Rodríguez.
Mientras Marileidy nos llenaba
de orgullo patrio al ganar esta parada de Paris correspondiente a la Liga
diamante del atletismo, Yesenia Rodríguez nos recordaba la fragilidad de la
vida, lo breve del existir, lo fácil que es morir a manos de la delincuencia.
Mañana cuando los niños y
niñas de la escuela primaria José María Alejandro Pichardo que sueñan con ser
una Marileidy Paulino salgan a hacer ejercicios, quien les va a explicar que su
profe de deportes no esta y no estará mas con ellos porque vivimos en un país inseguro,
quien les hará entender que no tienen quien les proteja a ellos y a sus
familiares, quien les explicará que unos delincuentes les mataron su profesora.
El próximo día que corra
Marileidy Paulino y todos estemos expectantes, emocionados, esperando otra
victoria, ojalá y ninguna persona se debata entre la vida y la muerte fruto de
un atraco o cualquier otra actividad delictiva.
Yesenia Koraima Rodríguez
Suárez, egresada de la carrera de Educación Física en el año 2021, fue víctima
de un atraco el pasado lunes en San Cristóbal, su paso por esta dimensión terrenal
fue breve, su legado permanecerá por la eternidad.
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