La descarbonización de las navieras empieza por el hidrógeno verde y el e-metanol
Actualmente, la empresa danesa Maersk es la segunda naviera más grande del mundo, con más de 100.000 empleados, una cuota de mercado cercana al 20% y una flota de 750 cargueros. La industria del transporte marítimo lleva años siendo una de las más señaladas en cuanto a su cantidad de emisiones.
Esto
se debe a que, según el último estudio de la Organización Marítima
Internacional (OMI), la industria es responsable de emitir más de 1.000
toneladas de CO2 cada año. En este estudio también se resalta como la contaminación
generada puede duplicarse de aquí a 2050.
Por
esa razón, las grandes empresas del sector como Maersk han empezado a buscar
soluciones sostenibles para descarbonizar su flota. Y una de las más
prometedoras se encuentra en el e-metanol.
¿Qué es el e-metanol, el biocombustible
que sustituirá al gasoil?
El
e-metanol, o metanol verde, es un biocombustible que se fabrica a partir de
energías renovables como pueden ser la biomasa o el hidrógeno verde obtenido a
través de la electrólisis del agua. Hoy en día es usado como anticongelante y
disolvente, pero también tiene un uso más interesante, como combustible.
Su
principal ventaja frente al gas natural licuado es que se permanece en estado
líquido a temperatura ambiente, lo que facilita mucho su transporte al no
depender de sistemas de aislamiento y almacenamiento especiales.
En
cambio, su principal desventaja a día de hoy es su alto coste de producción, y
por ende, de distribución. Por eso diversas organizaciones ecologistas y
científicos no lo ven como una alternativa al petróleo.
En
los próximos 10 años, está previsto que el mercado mundial del e-metanol pase
de 122 millones de dólares a más de 3.000 millones. Por esta razón, Maersk ha
decidido apostar por la creación de este biocombustible en masa, y su principal
hub energético quiere que sea España.
Maersk
acuerda con el Gobierno de España una inversión de 10.000 millones de euros
para producir e-metanol
Recientemente,
la naviera danesa Maersk y el gobierno español acordaron la creación de un
proyecto de inversión de 10.000 millones de euros para producir metanol verde
en dos plantas situadas en Andalucía y Galicia.
Este
proyecto prevé crear más de 85.000 nuevos empleos cualificados y convertirá a
Andalucía y Galicia en líderes mundiales de energías renovables. Estas dos
plantas se suman a la lista prevista por la naviera danesa de 5 o 6 puntos
estratégicos a nivel mundial de su estrategia renovable. Una de ellas será en
Egipto, país con el que ya firmó un acuerdo Maersk en el mes de marzo.
El
proyecto prevé la producción de 200.000 toneladas de e-metanol entre 2023 y
2025, un millón para 2027 y hasta dos millones para 2030. De toda la inversión
acordada, el 60% se destinará a la creación de instalaciones para la producción
de electricidad necesaria para obtener primero hidrógeno verde, y después el
e-metanol. El resto se invertiría en las fábricas ya existentes.
Esta
situación puede provocar que el precio de la luz acabe disminuyendo en España
en un futuro. El proyecto prevé contar con el apoyo de Europa gracias a los
fondos europeos y contempla la creación de entre 20 y 80 nuevos parques eólicos
o solares para la creación de hidrógeno verde.
El resto del mundo también se prepara para
la transición energética al e-metanol
Además
de la inversión en España, Maersk ya anunció en 2021 la inversión en una
empresa estadounidense basada en el desarrollo de bioetanol verde. Empresas
competidoras de Maersk también creen en el e-metanol como la principal
alternativa al petróleo.
Empresas
como China Merchants y COSCO Shipping Bulks ya han anunciado que el metanol
verde será su principal fuente de combustible para sus flotas. En Asia, Carbon
Recycling International (CRI) inició la producción de la mayor planta mundial
de conversión de CO2 en metanol.
En Australia, la empresa Mitsubishi Gas
Chemical plantea un proyecto de generación de metanol verde a través de la
captura del dióxido de carbono de la producción de cemento.
Otros
proyectos se centran más en la optimización del proceso de creación del
e-metanol, como por ejemplo el proyecto Laurelin. Impulsado por la UE y la
Japan Science and Technology Agency, busca soluciones para mejorar la
producción del metanol verde. Una se consigue a través de la hidrogenación de
dióxido de carbono para mejorar la eficiencia energética y los costes de
producción.
Fuente: https://www.companias-
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