El magnate de 74 años cuenta con equipos de distintas ligas en su poder: NFL, NHL, NBA, MLS e incluso de la Premier League
La mayoría de los empresarios más ricos del mundo poseen una serie de características que los identifican: mantener un perfil bajo, dar la menor cantidad de entrevistas posibles, evitar los focos de las cámaras y trabajar desde las sombras.
Estas
particularidades también las reúne Stan Kroenke, más conocido como Silent Stan
(Silencioso Stan), cuyo rostro comenzó a tomar mayor trascendencia después de
la victoria de su equipo Los Angeles Rams por 23-20 frente a Cincinnati Bengals
en la final del Super Bowl, la cual se llevó a cabo justamente en su estadio.
Según
la prestigiosa revista económica Forbes, a sus 74 años Enos Stanley Kroenke
amasa una fortuna de 10.7 mil millones de dólares. Una cifra que en su mayoría
cosechó gracias al imperio deportivo que forjó con el correr de los años en la
industria.
Sin
embargo, no siempre fue así ya que de pequeño comenzó a ganarse sus primeros
centavos barriendo el piso de madera del negocio de su padre en la pequeña
ciudad de Mora (Missouri).
El
pequeño Stan, que practicaba basquet escolar mientras se preparaba para
convertirse en el poderoso empresario que es hoy en día, ingresó al mundo de
los negocios ya desde su etapa como universitario en Columbia. Mientras daba
sus últimos pasos como estudiante, compró una tienda de ropa no sólo para trabajar
con ella sino también para venderla un par de años más tarde por un valor aún
mayor.
Pero
su gran visión en el mundo financiero surgió después de casarse con Ana Walton
en 1974. Es que la joven con la que se había comprometido era la hija del confundador
de Walmart, Bud Walton. Si bien su patrimonio es independiente a la herencia de
su esposa, que acumula una riqueza de 8,7 millones de dólares, los contactos y
el estar rodeado de profesionales del sector lo ayudaron a entender el ambiente
en el que se estaba metiendo.
Al
tiempo, Stan ya se había convertido en el fundador del Grupo Kroenke y
confundador de THF Realty, con el que empezó a expandirse a través de centros
comerciales en Estados Unidos, negocios que representan casi USD 3500 millones
de su fortuna.
Inmobiliarias,
bodegas, ranchos. Kroenke ya tenía una buena base para vivir plenamente por el
resto de su vida, sin embargo, encontró en el deporte un nicho en el cual
invertir y maximizar sus ganancias.
Su
primera incursión en esta sección fue la compra del 30% de los Rams en 1995 con
el objetivo de ayudar a la propietaria Georgia Frontiere a mudar al equipo de
Los Angeles a St Luis- Dos años después iba a aumentar su nivel accionario al
40%.
Los
números empezaban a cerrarle y fue después de fundar el holding Kroenke Sports
& Entertainment en 1999, que lanzó su primera apuesta fuerte al comprar al
año siguiente el Colorado Avalanche de la NHL y los Denver Nuggets de la NBA,
así como también el estadio, lo que le permitió incrementar sus ingresos por la
venta de entradas y los demás espectáculos que se llevarían a cabo en el
recinto.
Stan
ya podía sacar pecho al decir que tenía una buena parte de acciones de un
equipo de fútbol americano, que había adquirido una franquicia de hockey sobre
hielo y otra del deporte más espectacular de Estados Unidos. Pero no iba a
quedarse sólo con eso. En 2003 incursionó en el mundo del fútbol, más
precisamente del soccer, al comprar el Colorado Rapids de la MLS, un paso que
le abrió las puertas de otro club aún más prestigioso unos años después.
En
2007 Stan compraba una participación minoritaria en el Arsenal de la Premier
League y cuatro años más tarde iba a asumir la participación mayoritaria de los
Gunners, convirtiéndose en el único propietario en 2018.
Mientras
sumaba dólares a sus arcas con el mundo del fútbol, nunca descuidó sus otros
negocios y fue en 2010, dos años después de la muerte de Frontiere, cuando
compró el 60% de los Rams que le faltaban para ser el único dueño.
Con
el control total de la franquicia, el empresario entendió que los Rams debían
volver a Los Angeles ya que ahí estaba el negocio en cuanto a lo que al
espectáculo se refiere (tenía una población casi cinco veces mayor que St.
Louis) y fue por eso que decidió trasladarla nuevamente a la ciudad en 2016,
además de construir un nuevo estadio hiper tecnológico: el SoFi Stadium, donde
se llevó a cabo la final del Super Bowl LVI.
Si
bien le trajo algunos dolores de cabeza judiciales, Stan acertó en el cambio de
zona, a tal punto que en su primer año en California los Rams duplicaron su
valor como franquicia. Hoy, seis años después, valen 4,8 mil millones de
dólares según Forbes.
En
cuanto al estadio, por el que invirtió poco más de USD 5 mil millones y que fue
inaugurado en 2020, es uno de los más tecnológicos del planeta, con una
pantalla de video gigante que se deja ver en todos los ángulos del recinto y
que transmite en 4k. Es que su idea revolucionó la arquitectura ya que, en los
alrededores también hay oficinas, tiendas y hasta hoteles.
Cabe
destacar que para completar la millonaria fortuna que lo envuelve, Stan Koerke
también se interesó por los deportes virtuales (Esports), fundando en 2017 Los
Angeles Gladiators, un equipo que compite en la Overwatch League y en 2019 Los
Angeles Guerrillas para el Call Of Duty League.
Fuente:https://www.infobae.com/
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